El verdadero “cuesco de la breva”

Hugo Patarroyo Murillo

El “cuesco de la breva” es un término que utilizamos los tolimenses para indicar el núcleo, la esencia, el almendrón, la médula, la sustancia, el fondo de algo.
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Con todo respeto también, por las partes y las contrapartes en esta barahúnda por la que atraviesa nuestro país, es importante anotar que no están tocando para nada la verdadera esencia del dilema. La problemática del país no es de becas, renta básica, vacunas, perdones a los atropellos de lado y lado o a proyectos de reforma, golpes de pecho, erradicación de cultivos ilícitos e incluso, interpretaciones semánticas (que si se habla, que si se dialoga, que si se negocia, que si se acuerda, etc., etc.). El verdadero meollo del asunto, radica es en lo estructural.  Mejor dicho, de cómo está  diseñado el Estado Colombiano. De resto, todos van a ser “pañitos de agua tibia”.

Son muchas las “cositas” de las que no se habla en los pliegos de petición, como si, estas no existieran en el firmamento socio-político colombiano. Qué curioso, a hoy (Vie.14) no aparece para nada, el tema de la CORRUPCIÓN (así, con mayúsculas) puesto que,  este asunto es de los que más  escozor produce en nuestro país. El hecho que se estén robando la platica del erario, no le gusta a nadie porque, al fin, la gente entendió que lo que se llevan es su propio dinerito, el de su bolsillo. El de las obritas que tanto necesita su comunidad.  Esto es, como si existiera un pacto secreto de tipo “Cosa Nostra”, o “Yakuza” japonesa. No se ve por ningún lado, la corrupción. Parece que tenía razón uno de los miembros de la familia de los Nule, quien decía en la TV que “la corrupción es algo inherente al ser humano”, mejor dicho,  que todos somos potencialmente corruptos. Lo que pasa es que, unos han tenido la posibilidad de serlo y los otros no. Ver, para creer.

Otros asuntos, como la reducción de los miembros del Congreso y su infinidad de “gabelas”, sumado esto, a ítems relacionados con el legislativo, es obvio que, no van a pasar (algo tan elemental , como la rebaja de sueldos, la empantanaron). Adicionalmente, el tema de una verdadera “Democracia participativa”, no va a existir, mientras persistan talanqueras como el Consejo Nacional Electoral que pone mil y una condiciones para que los colombianos se organicen y conformen partidos políticos. Entonces... ¿qué pasa?  Pues que la gente llega a un momento en el que explota, con las consecuentes repercusiones en lo social, lo económico y lo peor de todo, en vidas humanas.

Y no es que se esté proponiendo “refundar la patria” como pretendían algunos sujetos en la Costa Norte colombiana. Tal vez, lo que se debe es ir pensando es en establecer una 2ª República de Colombia, con postulados como el de los jóvenes argentinos que decía “TODOS FUERA” . Mejor dicho, todos es todos. Los de un lado y los del otro.

Y... para ir creyendo en la institucionalidad colombiana, se propone meterles una “encanada” a uno que otro de los más protuberantes corruptos en nuestro país. Ahí está, el “cuesco de la breva”.

HUGO PATARROYO MURILLO

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