La anterior afirmación, retumba hoy en día, en muchos de los principales diarios de Europa. Y…. es, de lo más certero que se ha visto. Nuestra nación, que se fué erigiendo poco a poco, tiene en kilómetros cuadrados, el doble de España (1’138. v.s. 505. de la “Madre Patria”) y, ésa construcción, se fué dando territorialmente, en base a los litigios fronterizos que nuestro país sostuvo con sus vecinos y que fué reduciendo ostensiblemente el tamaño de Colombia. La verdad, no se ha podido organizar lo que tenemos. Qué tal, si somos casi el doble del tamaño que, era lo que nos perteneció originalmente ? Cabe recordar que íbamos hasta “La Mosquitia” y las Islas Mangle, hoy de Nicaragua que, se perdieron diplomáticamente en el Tratado Esguerra-Bárcenas de 1928 y, encima de todo, Perú y Brasil se quedaron con más de 800.000 kilómetros cuadrados de la Amazonía Colombiana.

El “cuesco de la breva” es un término que utilizamos los tolimenses para indicar el núcleo, la esencia, el almendrón, la médula, la sustancia, el fondo de algo.

Los tolimenses, no somos ajenos a lo que sucede actualmente en el país. Ni más faltaba. A esa cascada de descontento socio-económico, se suma la incertidumbre producida con el tema sanitario en el mundo. Y, para colmo de males, aparece “un sabio” de esos bogotanos (léase Minhacienda), echándole “gasolina de avión” (que es, la de más octanaje) a la hoguera colombiana.

Hace poco más de un año, cuando comenzó el tema de “la pandemia” del “Covid-19”, se inició abiertamente la carrera para elaborar fármacos que, contuvieran esa nueva variable del “Coronavirus”. Y, se define como “abiertamente” porque muy seguramente ya algunos laboratorios de países industrializados, tenían información de lo que le venía “palo arriba” a la salud del mundo.

En nuestro Tolima, hace ya varias décadas que no sabemos qué es eso de oler “Casa de Nariño” y, ni siquiera, aparecer en la constelación de los “Presidenciables” de Colombia. Tal vez, nos llenamos con las grandes obras que dejaron Melo, Murillo Toro, Abadía Méndez, Echandía, López Pumarejo y dos “paisanos” en la Junta Militar: los ibaguereños. París Gordillo y Fonseca Espinosa.

El pasado viernes 19 cumplió 364 años de fundado, el mal llamado Municipio de “el Ataco”, ya que su nombre real y verdadero es, historiográficamente hablando, San José de Ataco.

El término “DIGNIDAD” no es nada nuevo. Lo desarrollan filósofos como Platón e Immanuel Kant. Lo más interesante es que, es un italiano llamado Giovanni Pico della Mirandola quien, desenvuelve -y en ésto, el abogado ibaguereño Jaime Leguizamón Caycedo es un experto- postulados que tienen al cristianismo como núcleo central en la concurrencia de las más diversas tradiciones religiosas, culturales, teológicas etc., etc., de las que flotaban en aquella hégira, en la época del “Renacimiento”.

“Nature”, una de las revistas científicas más reconocidas a nivel mundial, dice en un artículo publicado el 18 de Febrero y firmado por Nicky Phillips, que, “ The coronavirus will become endemic”, mejor dicho, que el Coronavirus se quedará y será endémico, o sea que, tendremos que acostumbrarnos a vivir con él y capotearlo.

Marshall McLuhan (1911-1980) fue un filósofo, científico y docente canadiense que, con base a sus estudios, planteó por primera vez el término de “Aldea global”, referiéndose al planeta Tierra y al impacto que las nuevas tecnologías iban a ejercer sobre los habitantes del globo terráqueo.

La anterior, es la frase que siempre me ha gustado de un alto dirigente de la política tolimense (manda en, y lo tratan de imitar, Conservadores, la U, la ASI, parte de los Verdes, de Cambio y últimamente los “gloriosos” Liberales) . Y…esta columna, no implica un apoyo. Es el análisis del interesante “modus operandi” de una persona pragmática que conoce como ninguno el quehacer político en el Tolima. Es una mezcla de Turbay, Samper y, “cositas” de Gaviria.