¿ Quo vadis Petro?

Manuel José Álvarez Didyme

La  rechifla de la que fue objeto la hija del primer mandatario en el estadio  de Barranquilla en reciente fecha, puso en evidencia la perdida de respaldo y la animosidad que ha venido despertando Petro en la opinión mayoritaria de sus coterráneos a causa de su desacertado gobierno, desvirtuando la simpatía que su retórico verbo lo llevó a imponerse pocos meses ha en las pasadas elecciones presidenciales.
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Y fue con una desbocada reacción con la que este quiso desdibujar la gran verdad de lo sucedido en “la arenosa” tan pronto se enteró y corroboró horas después cuando la petición de su retiro de la presidencia empezó a replicarse en los diversos escenarios en donde la gente se congrega.

Como sucedió en esta musical ciudad, en el estadio Murillo Toro el pasado domingo en el descanso del medio tiempo del partido en el que el “Vino tinto y oro” derrotó por abultado marcador al Deportivo Cal, cuando de las varias graderías salió el unánime grito de “fuera Petro”.

Rechiflas que permiten evidenciar el repudio a su mal gobierno y a cuanto respaldo ha perdido hasta hoy, al punto que las encuestas registran apenas si un apoyo menor al 40%, alto aún si se considera la sucesión de errores y desaciertos que vienen afectando la dirección de la economía orientándola hacia una inexorable bancarrota contradiciendo la bonanza que prometió en campaña.

De ahí su abrupto cambió de las últimas horas, pues la única salida que le queda es apoyarse en el sector empresarial privado para tratar de recuperar la popularidad menguada, cambiando su discurso y actitud, como ya lo hizo en Cartagena frente a los “grandes cacaos”, mostrándose como pacifista y conciliador, buscando con ello mimetizar el descrédito ante la opinión que lenta pero perceptiblemente se le ha venido retirando, de cara a una realidad que es tozuda y que devela a más de los malos manejos de su gobierno, la persecución a la expresión disidente y a la libertad de opinión, el crecimiento de la violencia, y la feria de subsidios y donaciones que ha venido haciendo para lograr su mesiánico sueño de crear un neoimperio bajo su influjo y su falta de equilibrio mental para orientar adecuadamente una nación moderna.

El desabastecimiento alimentario y de medicamentos generado por un trasnochado intervencionismo de Estado a los bienes de consumo, la baja productividad de las empresas por el desestímulo a la inversión y la salida precipitada de muchos capitales foráneos ante sus amenazas de expropiación, unido todo a la crisis en lo internacional que ha provocado su incontinencia verbal con su apoyo a Hamas.

Amanecerá y veremos que hará el impredecible y variable gobernante ante las dificultades que se avecinan, con niveles de gravedad. 

 

Manuel José Álvarez Didyme

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