Propuestas para la movilidad

Por estos días el gran inconformismo de la mayoría de ibaguereños radica en el caos en la movilidad que se siente con rigor especialmente en las horas pico, los monumentales trancones se convirtieron en el pan de cada día y están afectando la vida cotidiana de muchos ciudadanos que gracias al aumento en el tiempo promedio de los viajes, ahora les es difícil acudir a compartir el almuerzo en casa c

Por estos días el gran inconformismo de la mayoría de ibaguereños radica en el caos en la movilidad que se siente con rigor especialmente en las horas pico, los monumentales trancones se convirtieron en el pan de cada día y están afectando la vida cotidiana de muchos ciudadanos que gracias al aumento en el tiempo promedio de los viajes, ahora les es difícil acudir a compartir el almuerzo en casa con sus familias, llegar a tiempo para cumplir sus compromisos y en general todo tipo de contratiempos en las labores del día a día.

Sin embargo, hay que reconocer el esfuerzo de la administración municipal por recuperar las principales vías de nuestra ciudad que desde hace años estaban reclamando una buena inversión; por ello quisiera plantear algunas propuestas que si bien no son una solución definitiva, por lo menos ayudarían en algo a mitigar las consecuencias de los cerramientos de las vías por efectos de dichas pavimentaciones; las cuales por supuesto tendrían que coincidir en su aplicación con la lógica que vemos diariamente, es decir que en los horarios alrededor de las 7 a.m. y 2 p.m. todo mundo va subiendo y en el de las 12 m. y 6 p.m. todos bajando.

La primera aunque es lógica actualmente no se aplica, consiste en una estricta presencia de la Policía de Tránsito para impedir que en horas pico existan vehículos parqueados en las vías principales, ni siquiera los cinco minutos que alegan tener derecho quienes conducen vehículos de carga; creo que no es justo que a pleno mediodía se encuentren cargando y/o descargando o simplemente parqueados vehículos en la carrera Quinta, la segunda o la avenida Guabinal, que por cierto apenas cuentan con dos carriles y ante el bloqueo de uno por supuesto se impide el flujo continuo.

La segunda consiste en la aplicación del dos por uno en los semáforos, de tal forma que policías de tránsito según el sentido del mayor flujo vehicular, permitan continuar el paso aun con el semáforo en rojo, de modo que se duplique el tiempo de luz verde y así se descongestione el centro de la ciudad y algunos puntos neurálgicos como las calles 60 y 69 con Guabinal, la carrera Quinta con calle 42 y a la altura de Multicentro, la carrera Cuarta en el sector de la Universidad del Tolima y la avenida Pedro Tafur con el semáforo del barrio Palermo, entre otros.

La última y la que más me gusta requiere complementarse con las anteriores, se trata de contemplar la posibilidad de habilitar todos los carriles de la avenida Guabinal o la carrera Quinta en un mismo sentido, de modo que en los horarios mencionados se lograra un importante flujo que con seguridad rápidamente evacuaría los vehículos especialmente del centro de la ciudad; esta alternativa se utiliza diariamente a partir de las 5 p.m. en la carrera Séptima hacia el norte de la ciudad de Bogotá y funciona de forma tan eficiente que se convirtió en una de las vías preferidas por los capitalinos para llegar con prontitud a sus hogares.

No obstante, la ciudad necesita soluciones de tipo estructural, pero por qué no considerar estas propuestas como una alternativa temporal para recuperar la movilidad en una urbe que actualmente vive los naturales efectos de encontrarse en franca vía de desarrollo. 

Credito
CESAR PICÓN

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