El pacto por la vida

César Picón

La semana pasada el Comité Ambiental en Defensa de la Vida invitó a los candidatos a la Alcaldía de Ibagué y la Gobernación del Tolima a firmar un pacto solemne que los comprometía públicamente a defender el agua, la vida y el derecho colectivo a un ambiente sano, además de rechazar el proyecto minero La Colosa y otros tantos que pudieran amenazar los ecosistemas de nuestro territorio. Este acto era especialmente importante a nivel de Gobernación, porque claramente desde esa dignidad se puede tener una influencia substancial en cualquier decisión que se tome en el Departamento. De los cuatro candidatos a este cargo, solamente Mauricio Jaramillo y Jaime Eduardo Reyes firmaron el pacto, lo que ratificó que en este debate electoral algunos están pretendiendo pasar de agache con el tema de La Colosa.

No obstante vale la pena resaltar la marcada diferencia en cuanto a las posiciones de los dos candidatos más opcionados para ganar la Gobernación del Tolima. Jaramillo no solamente ha expresado su rechazo al proyecto aurífero durante la campaña electoral. Como Senador de la Republica, cursó sendos debates al Ministro de Ambiente de la época, en los que advertía las temibles consecuencias de entregar irresponsablemente títulos mineros en zonas de alto valor ambiental; criticaba el desconocimiento del Gobierno nacional de otros actores clave como el movimiento social, la autoridad ambiental regional y hasta los mismos organismos de control que habían alertado sobre hechos preocupantes ocurridos en la etapa de exploración de la mina; además manifestaba su preocupación por los impactos sociales y ambientales a los que nos veríamos expuestos los tolimenses en caso que se diera vía libre a La Colosa. Incluso, después de haber salido del Senado, Jaramillo ha orientado a su equipo político para continuar la batalla en el Congreso de la Republica, siendo el senador Guillermo Santos y el representante Ángel María Gaitán, los protagonistas de importantes debates de control político en defensa del patrimonio natural de los tolimenses.

En contraste, el otro candidato es señalado por organizaciones ambientalistas y otros sectores de la sociedad civil de ser un político prominero, en razón a las constantes evasivas frente al tema y varios hechos ocurridos en el pasado. El 13 de septiembre de 2010, en una entrevista radial en la que se discutían asuntos relacionados con la minería, el entonces gobernador, Óscar Barreto, señaló que “el desarrollo de la política minera no puede frenarse frente a una protección ambiental”; además aducía que en La Colosa había “una gran oportunidad económica”, y justificaba aun más su aparente apoyo al proyecto asegurando que de no darse viabilidad a la explotación de la mina se daría la posibilidad que se iniciaran actividades de minería ilegal. A esto se suma que en plena campaña electoral no ha sido claro en cuanto a su posición frente al tema, incluso tampoco asistió a la firma del Pacto por la Vida.

Con lo anterior queda clara la profunda brecha que separa a los dos principales candidatos a la Gobernación frente a la gran minería en el Tolima. Entendiendo que en el próximo cuatrienio se definirá si la mina entra en etapa de explotación, resulta más que oportuno que los ciudadanos reflexionen sobre quién representa mejor sus intereses.

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