“El enemigo de mi enemigo, es mi amigo”
Mientras el senador Óscar Barreto trata afanosamente de desmarcarse del desprestigiado Alcalde de Ibagué y le declara la guerra a través de sus pupilos congresistas y altos funcionarios, este último atrae como el flautista de Hamelin a los “enemigos” políticos que en algún momento fueron “aporreados” por el poder absoluto de su otrora jefe, para que a punta de favores le armen una coalición que pueda ganarle las elecciones el año entrante.