Más temprano que tarde tendrán que renunciar

No hay nada más indignante para una nación que aquellos ciudadanos que han logrado el favor popular de representar el pueblo se aprovechen de esa condición para ponerse por encima de la ley. Es más grave, si el ciudadano ha tenido la responsabilidad de formular dichas normas o tiene la obligación de hacerlas respetar.

Es irritante y fastidioso que en Colombia se presenten casos como el ofrecido por el senador Merlano, y es mucho más grotesco el dado por el comandante de la policía de barranquilla, sin embargo la actitud de los policías de tránsito y de la opinión pública muestra que el país está en un evidente proceso de cambio de malas costumbres.

Lo actuado por estos servidores públicos sirve de telón de fondo para reflexionar sobre el deber ser del comportamiento en sociedad de personas que ostentan dignidades y responsabilidades públicas.

Las dignidades públicas están íntimamente relacionadas con la ética, y en particular con la ética de lo público. Esta se interesa por los comportamientos que afectan a la vida de la sociedad; la economía, la política, la responsabilidad profesional, etc. Así púes, el servidor público se despoja de los asuntos que concierne a la vida privada y se convierte en un referente para sus conciudanos. Cualquier persona al poseer una dignidad, como la de senador de la república, concejal, policía, entre cientos de otras, está obligada a dar ejemplo y a acatar como ningún otro las normas de convivencia establecidas por la sociedad. De no ser así, el arreglo institucional estará condenado al fracaso.


La actitud de los policías, muestra también algunas características del deber ser del comportamiento del servidor público; mesura y educación. No hay duda que estas características se traducen en autoridad y respeto para con la institución estatal. Al contrario de lo que podría ocurrir con el comportamiento del senador y del comandante de la policía, si se logra hacer de estas características la generalidad para todos los funcionarios públicos, el arreglo institucional será exitoso.


Ahora bien, todos estos comportamientos se enmarcan en los valores sociales. Los valores son la base de los principios que orientan una sociedad, y es la misma sociedad la que se encarga de establecer cuáles son estos. Los valores sociales son la base principal de las relaciones sociales, siendo los  más generalizados; el respeto, la igualdad, la fraternidad, la solidaridad, la dignidad, la cooperación, la honestidad, la honradez, la responsabilidad,.


En el bochornoso caso del senador Merlano se dejaron de lado algunos de estos, lo que indica que la actuación de él atenta contra el comportamiento social. El irrespeto para con las normas y la autoridad, el creerse por encima de los demás, la deshonestidad para consigo mismo y para con los otros, la irresponsabilidad y la mentira, es una granada de fragmentación contra la construcción de la convivencia social.


La reacción de la opinión pública indica que más temprano que tarde muchos servidores públicos que irrespetan las instituciones y la sociedad tendrán que hacer lo del general “renunciar”.

Credito
JAIME EDUARDO REYES

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