Han transcurrido ya casi nueve meses desde que las organizaciones campesinas e indígenas protagonizaron un paro de seis días en el Tolima y aún continúan en veremos los acuerdos firmados con el doctor Luis Carlos Delgado Peñón como Gobernador y como garante de los acuerdos suscritos también con Cortolima y el Incoder.

De acuerdo con lo previsto, este sábado 15 de junio se reunió un grupo bastante representativo de organizaciones sociales, políticas y algunas personalidades de Ibagué, con el fin de crear un organismo que impulse la constitución del Comité Patriótico de Marcha en la ciudad.

Hay quienes dicen que en una sociedad democrática el poder lo ejerce el conjunto de sus integrantes, bien de manera directa, bien a través de representantes debidamente elegidos. Abraham Lincoln señalaba que la democracia es “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.

Mañana, 5 de junio, se celebrará el Día Mundial del Medio Ambiente, según dispuso la ONU el 15 de diciembre de 1972. Muy seguramente serán muchos y muy grandes los desfiles que realizarán los pueblos en las principales ciudades del mundo, reclamando todos ellos un alto en el camino depredador que nos ha impuesto el gran capital.

Con suma complacencia, hemos recibido el informe sobre los acuerdos a que han llegado las delegaciones del Gobierno y las FARC sobre el primer tema de la agenda que orienta los diálogos de La Habana y con la cual se busca una salida política al conflicto social y armado que desangra a nuestro país desde hace ya varias generaciones.

En un acto de singular importancia, celebrado en Bogotá el sábado y domingo pasados, fue exaltado a la condición de Candidato al Senado un tolimense ejemplar, demócrata sin mácula y revolucionario de mil batallas.

En titular de la página 9A del martes 7 de mayo, El Nuevo Día se pregunta: ¿APP para el Ibal se cocinaba desde 2012?

Quienes vivimos convencidos de que son las masas las hacedoras de la historia, como lo enseñara Carlos Marx, superlativo ideólogo del proletariado mundial, a cada paso encontramos razones para confirmarnos en nuestra convicción, bien contraria, por cierto, a la que nos presenta los hechos históricos como el producto de la genialidad.

A los colombianos nos viene sucediendo con mucha frecuencia que, al recibir informes sobre el estado del país, tengamos que sufrir la mentira como mecanismo de ocultamiento.

Desafiando a las instituciones republicanas, pero sobre todo a la voluntad popular que se expresó el pasado 14 de abril a favor de Nicolás Maduro con cerca de 300 mil votos de diferencia, los jefes de la oligarquía venezolana, representada en la figura de Henrique Capriles Radonsky.