Competitividad y educación

En los últimos meses, son economistas quienes han dado orientaciones sobre lo que se debe hacer para mejorar la educación.

El informe ‘Calidad de la EB y Media en Colombia: diagnóstico y propuestas’, de los economistas Barrera-Osorio, Maldonado y Rodríguez, de la Universidad de los Andes (2012) y el ‘Informe Nacional de Competitividad 2011-2012’, del Consejo Privado de Competitividad Colombia (2012), son muestras de esta situación.

1La tesis de los economistas va en dirección de aseverar que la educación y la formación en competencias laborales son factores de la economía del conocimiento, una ventaja competitiva de los países. Que, para lograr mayor productividad, por cada hora de trabajo, se requiere, entre otras, de un mayor nivel educativo de la población, pero, principalmente, de una educación pertinente y dirigida a la formación en destrezas laborales de los futuros trabajadores.

Otra es la posición de la filósofa estadounidense Martha Nussbaum, quien critica la educación dirigida hacia el logro del crecimiento económico y la productividad, porque debiera serlo hacia la formación humanística y la democracia. Lo hace en su libro ‘Sin ánimo de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades’.

Pero vuelvo a cuanto dicen los economistas. El Informe Nacional de Competitividad 2007, precisa, por ejemplo: “El trabajador más capacitado y con mayor nivel educativo tiene una mayor probabilidad de conseguir empleo productivo en el sector formal”.

Y trae un dato que suscita perplejidad: Un trabajador colombiano requiere de cinco días para producir lo que un estadounidense produce en un día. Porque de por medio está un mayor nivel educativo promedio y una formación tecnológica que establece la diferencia.

De ahí que la educación, si pretende contribuir a una mayor productividad y, en consecuencia, a hacer más competitivo al país, o a cualquier departamento o ciudad, debe estar “en el primer lugar de la agenda de toda la sociedad” (Informe de Competitividad 2011-12), hará parte de la denominada “agenda horizontal” si se aspira a lograr la transformación productiva del país.

Se percibe que el Gobierno en todos los ámbitos está dirigido hacia estos propósitos; sin embargo, si nos atenemos a los resultados de las consultas que se hace a los ciudadanos sobre aspectos prioritarios que debieran asumir los gobiernos, la educación no está en el primer lugar de las exigencias.

En cuanto a educación se debe avanzar en calidad, en la oferta de una educación pertinente que responda a las demandas de formación que hace la sociedad; hacia el bilingüismo, mayor incorporación de las TIC en los procesos de enseñanza y aprendizaje; mayor inversión en la calidad de los docentes; “mejorar el prestigio y la atracción de los mejores estudiantes hacia la carrera docente”.

Es claro que necesitamos los mejores maestros si queremos mejorar la educación.

Credito
INDIRA ORFA TATIANA ROJAS

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