Los diálogos entre el gobierno nacional y la Farc tienen su propia dosis de banalidad, ingrediente necesario en todo show mediático. La figura seleccionada esta vez es la simpática guerrillera holandesa Tanja Nijmeijer, un rostro fresco que contrasta con las imágenes de los curtidos guerrilleros y las hieráticas figuras en representación del gobierno. Ella, una mujer de treinta y cuatro años, graduada en Filología Hispánica de la Universidad de Groninga fue seleccionada como la cuota femenina en la comisión que adelantará las negociaciones con el gobierno.
Los motivos que tuvieron las Farc son más de impacto publicitario. La presencia femenina le da representación a un amplio sector de combatientes, solo que se sacrificaron los rostros de las rústicas campesinas colombianas, por una cara sonriente, que registra muy bien ante las cámaras, tiene fluidez de palabra, se desenvuelve con propiedad en los espacios citadinos y hasta se atreve a consignar en su diario críticas contra la cúpula de la organización.
Tanja ya es veterana de muchos combates, precisamente en uno de ellos perdió su diario, lo que le valió una seria reprimenda del comando, porque allí se atrevía a contar intimidades de la guerrilla. Estuvo a punto de ser condenada a muerte, pero gracias a los correos enviados por Raúl Reyes, el Mono Jojoy le dio la oportunidad para que demostrara su compromiso y fue alistada en sus filas. Allí se destacó por su fortaleza física y se convirtió en un verdadero cuadro que fue ascendiendo rápidamente. El periodista colombiano Jorge Enrique Botero realizó un video en plena selva, en el cual le hace una larga entrevista y en ella Tanja cuenta los móviles de su vinculación a la lucha armada.
El 23 de septiembre de 2010 la guerrillera holandesa de la Farc estaba en el mismo campamento donde cayó abatido Jojoy. Ella salió ilesa. Continuó su lucha con mayor decisión y rechazó los intentos de su familia por rescatarla. En una entrevista afirmó que si el ejercito iba por ella, lo recibía con fusiles y granadas, porque sus convicciones eran sólidas y estaba convencida de su papel en la lucha guerrillera.
El caso de Tanja hace parte de la búsqueda de muchos jóvenes del primer mundo que se saturan de su vida cosmopolita y reaccionan ante las inequidades e injusticias sociales y asumen las armas como mecanismo para materializar sus sueños. Generalmente caen en combate por su inexperiencia, pero no fue este el caso, por el contrario, Tanja sobrevivió y hábilmente la Farc la ha convertido en un símbolo para distender la rudeza de la guerra y darles a los periodistas un elemento para que llenen sus espacios.
(*) Profesor Titular UT
lcelemin@ut.edu.co
Los diálogos entre el gobierno nacional y la Farc tienen su propia dosis de banalidad, ingrediente necesario en todo show mediático. La figura seleccionada esta vez es la simpática guerrillera holandesa Tanja Nijmeijer, un rostro fresco que contrasta con las imágenes de los curtidos guerrilleros y las hieráticas figuras en representación del gobierno.
Credito
LIBARDO VARGAS CELEMIN
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