Nubarrones en el horizonte económico

Con todo lo anterior vuelve a la palestra la pregunta que se hacía en estas mismas líneas a raíz de paro cafetero: ¿Se está quedando Colombia por fuera del escenario en cuanto hace a los precios de la producción nacional? ¿Podrá , entonces, sobrevivir la producción nacional por sus propios medios o se habrá sumido en una situación de falta de competitividad de carácter estructural?

En la reciente reunión de Hatogrande en la que el presidente Santos y su equipo evaluaron sus ejecutorias y definieron su línea de acción para el resto del período se advirtió- por primera vez- un tinte de pesimismo en el futuro económico de cara a situaciones internas que, a su vez, son reflejo de las convulsiones y la situación de los mercados internacionales.

Seguramente el haber tenido que confrontar con protestas sociales los efectos de la proliferación desordenada de tratados de libre comercio tendrá como consecuencia una modificación en la estrategia y obligará a un análisis más reposado de las condiciones de producción en el país, dentro de un escenario mundial poblado de exenciones y subsidios, de volúmenes gigantescos de producción, a más de alterado por factores como el contrabando, el lavado de dinero, la corrupción y el narcotráfico.

Paradójicamente los índices macroeconómicos más importantes no han registrado aún los nubarrones que se pueden otear en el horizonte. Tan solo la indomable revaluación del peso ensombrece el panorama, pues hasta el inveterado problema del desempleo ha ido mejorando paulatinamente hasta registrar índices que no se aparecían desde mediados de los años cincuenta del siglo pasado.

En un escenario internacional en el que prolifera el estancamiento, cuando no la recesión, los registros del tercer trimestre le permiten al Ministro de Hacienda pronosticar un cierre de año 2012 con un crecimiento entre el 3.8 y el cuatro por ciento. No comparable con desempeños recientes pero bien destacable en  el concierto internacional.

Por el lado de la inflación el año 2012 cerró con 2.44 por ciento un índice por debajo de la meta establecida por las autoridades económicas, al punto de que ya hay algunas voces que muestran preocupación por que la situación continúe pues consideran que un índice demasiado bajo en el crecimiento de los precios puede ser el resultado de un estancamiento de la economía o, más preocupante aún, del efecto que los productos importados están teniendo en el Índice de Precios al Consumidor IPC.

Con todo lo anterior vuelve a la palestra la pregunta que se hacía en estas mismas líneas a raíz de paro cafetero: ¿Se está quedando Colombia por fuera del escenario en cuanto hace a los precios de la producción nacional? ¿Podrá , entonces, sobrevivir la producción nacional por sus propios medios o se habrá sumido en una situación de falta de competitividad de carácter estructural?
 

EL NUEVO DÍA

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