De la pertinencia

Las cosas han cambiado: El Rey no pudo venir pues su salud y su prestigio han menguado a la par de la capacidad económica de España y Portugal. Es más, el príncipe y Rajoy vinieron a Panamá en procura de apoyo de los países suramericanos a las afugias de la economía ibérica.

La XXIII Cumbre Iberoamericana que se escenificó en Ciudad de Panamá dio claras muestras de la fatiga del metal que aqueja a ésta y a otras organizaciones de carácter inernacional que, con el tiempo y la falta de objetivos, se convierten en eventos sociales más que cualquier otra cosa.

La proliferación de estas entidades las hacen redundantes, costosas e inane, a más de desperdiciar valioso tiempo y cuantiosos recursos que podrían emplearse en asuntos más fructíferos.

La pérdida de relevancia obedece a muchos factores y a la conformación de bloques antagónicos que se han organizado( especialmente en América Latina y el Caribe) al amparo de la que se consideraba insondable chequera del gobierno venezolano.

En el caso concreto de la Cumbre Iberoamericana tuvo siempre como mentor al rey Juan Carlos de España ( de hecho España y Portugal sufragaban el 60 por ciento del financiamiento). Las cosas han cambiado: El Rey no pudo venir pues su salud y su prestigio han menguado a la par de la capacidad económica de España y Portugal. Es más,  el príncipe y Rajoy vinieron a Panamá en procura de apoyo de los países suramericanos a las afugias de la economía ibérica.

De otro lado, de los presidentes suramericanos solo se hicieron presentes en el Istmo los de Colombia y Paraguay. Fueron diversas las razones de las marcadas ausencias: Solidaridad alrededor del Alba y el Mercosur. Cristina enferma, Dilma que no le para muchas bolas a asuntos que no sean globales, Maduro que no se arriesga a salir de Maiquetía por miedo a que Diosdado lo saque de Miraflores y así sucesivamente.

Para lo que sí sirvió fue para resaltar ( así lo hizo la prensa española) la creciente importancia de la Alianza del Pacífico (Colombia, Chile, México y Perú) que ha dado significativos pasos en integración, colaboración y complementación en muy corto tiempo y con medidas  prácticas. Costa Rica está ad portas de ingresar y Panamá hace cola. Mientras los problemas de  Argentina  y la recién ingresada Venezuela se conjuran para paralizar al Mercosur.

Como la frecuencia de las cumbres resultaba costosa y poco práctica se decidió realizarla cada dos años y ya hay quienes le auguran su próxima e ineludible desaparición: Circunstancia que ante la generalizada escasez de recursos habrá de manifestarse en otros organismos de similar concepción como acaba de suceder con el Parlamento Andino. 

REDACCIÓN EL NUEVO DÍA

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