El país entero conoce lo ocurrido durante los 8 años en los que Andrés Uriel Gallego se desempeñó como ministro de Transporte, y más que otros los tolimenses que hubieron de padecer el estruendoso fracaso del Plan 2500, la falta de definición en el tramo de la doble calzada entre Ibagué y Cajamarca, los múltiples inconvenientes del Túnel de La Línea, el monumental embrollo de la vía Bogotá- Girardot y las tantas veces incumplidas promesas respecto de los aeropuertos de la región. De ese desastre se salvó el tramo Flandes- Ibagué, aunque falló la licencia del túnel y el viaducto de Gualanday.
Vino un nuevo gobierno con otros ímpetus y se pensó que, ahora sí, las cosas iban a caminar con otro ritmo y otros parámetros. A comienzos del 2012 el entonces Ministro, Germán Cardona Gutiérrez, anunció que para Semana Santa del 2013 estaría en pleno servicio la doble calzada Bogotá- Girardot iniciada en el año 2004, y que para fin del mismo año también estaría listo el Túnel de La Línea.
En ese entonces nos permitimos discrepar de tan optimista presunción, no por poseer facultades adivinatorias sino por haber recorrido, en compañía de funcionarios de la Asociación Para el Desarrollo del Tolima, palmo a palmo la tristemente célebre vía y haber acudido en no menos de dos oportunidades al Ministerio para enterarnos de la proyección de la obra.
En septiembre de 2012 se produjo el relevo de Cardona y llegó a la cartera la eficiente y realista Cecilia Álvarez Correa, quien de entrada se dedicó a supervisar directamente las principales obras y a llamar la atención de contratistas e interventores sobre la lentitud en el desarrollo de los trabajos.
Obtenida esa primera impresión la Ministra anunció que Bogotá - Girardot estaría lista para finales del 2013 y el Túnel un par de meses después. De nuevo nos permitimos discrepar ante la magnitud de lo que restaba de la doble calzada y el cúmulo de inconvenientes y problemas encontrados o generados en el Túnel.
De nuevo se han corrido los plazos y se anuncia que antes de mitad del año 2014 estará lista la primera obra y antes de terminar el año los trabajos del Túnel.
La experiencia nos obliga a aventurar el pesimismo pues de lo que se puede observar y de lo que se oye por parte de diversas entidades ninguno de los trabajos estará listo dentro de los plazos mencionados y, muy seguramente, no podrán ser inaugurados antes de terminar el actual período presidencial. Eso sí, los costos sí estarán entre los más altos del mundo como se reseñó recientemente en estas líneas.
¡Ojalá estemos equivocados en esta oportunidad!
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