Bien atrás

En el crecimiento interanual nos va peor pues con el 3.3 por ciento (por debajo del promedio nacional de 4.2 por ciento), ocupa el Departamento el puesto 26; también lejos de Caquetá, La Guajira y Córdoba que son los más destacados del año.

Cada vez que se publica un índice o un análisis comparativo entre las diferentes regiones del país se produce un nuevo desengaño y una nueva decepción al constatar la pérdida de relevancia del Tolima en el concierto nacional. Bien puede ser el resultado de los estudiantes en las pruebas de estado, el volumen de las exportaciones o la producción de los diversos sectores.

En el último mes se han conocido dos estudios que solo confirman la triste circunstancia. El primero, las cuentas nacionales publicadas por el Dane, donde se registra la contribución de las diferentes regiones al Producto Interno Bruto PIB y el crecimiento ocurrido en cada una de ellas en el período 2012.

En ninguno de los dos aspectos se destaca el Tolima. El departamento con el 2.2 por ciento ocupa el undécimo lugar nacional por debajo de regiones como Casanare y Boyacá y, por supuesto, bien lejos del 24.4 por ciento de Bogotá, el 13 por ciento de Antioquia y el 9.4 por ciento del Valle del Cauca que ocupan el podio en el escalafón de la producción.

En el crecimiento interanual nos va peor pues con el 3.3 por ciento (por debajo del promedio nacional de 4.2 por ciento), ocupa el Departamento el puesto 26; también lejos de Caquetá, La Guajira y Córdoba que son los más destacados del año.

De otro lado, y como si hiciese falta confirmación, se conoció un estudio publicado por la Universidad Nacional sobre la representación de las regiones en el alto gobierno nacional. Puede decirse, en este caso, que mal de muchos, consuelo de tontos, pues se advierte una exclusión generalizada en asuntos sociales, geográficos y étnicos.

Las cifras son impactantes. En el Gobierno nacional el 73 por ciento de los funcionarios proviene de cinco departamentos (por supuesto, en el grupo no figura el Tolima). La parte del león la tiene Bogotá con el 50 por ciento, luego Antioquia con el ocho por ciento (en contraste con el anterior gobierno en el que ese departamento ocupaba el primer lugar), Atlántico el cinco por ciento, al igual que Cundinamarca y el Valle.

El estudio publicado en el Periódico UN de la Universidad Nacional asombra también el origen de la formación profesional de los altos funcionarios ya que el 54 por ciento lo conforman egresados de Los Andes y la Javeriana. Un 12 por ciento del Externado y El Rosario y tan solo un cuatro por ciento de la Universidad y la Esap.

Los dos estudios combinados no favorecen a la región y sí deben mover a los actores regionales a actuar decididamente para modificar la precaria situación.

REDACCIÓN EDITORIAL

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