El Día sin carro se debe ligar a estrategias de largo aliento

Por ahora, los ciudadanos se deben preparar para esta jornada que servirá para respirar por unas horas un aire más puro, disminuir el ruido infernal del tránsito, hacer deporte y aprovechar espacios recreativos como la ciclovía.

 

Mañana se cumplirá el Día sin carro y sin moto en Ibagué, actividad que se lleva a cabo dos veces al año en esta ciudad. El propósito es despertar conciencia entre los usuarios de los vehículos sobre el daño que causan al medio ambiente, y el bienestar general que puede traer el uso de medios de transporte no contaminantes. La jornada comenzará a las 6 de la mañana y se extenderá hasta las 8 de la noche y se habilitará la carrera Quinta como ciclovía.

La iniciativa tiene amigos y detractores. Uno de los opositores es Fenalco: los comerciantes se sienten los más perjudicados, porque sus ventas disminuyen y por eso proponen otras acciones en beneficio del planeta, como la siembra de árboles, el reciclaje o los apagones voluntarios. En esta ocasión existe una preocupación adicional; temen que antes de finalizar el año se lleve a cabo la segunda jornada establecida en la norma, por el aplazamiento de la de febrero. Así mismo, solicitan modificar el decreto que lo reglamenta y hacer la jornada una sola vez, propuesta que plantearon desde el año pasado y de la que no han obtenido respuesta por parte de la Alcaldía. 

Los defensores de la medida, por su parte, señalan la importancia de reflexionar acerca del uso del carro y que los usuarios comprueben que no es necesario utilizarlo para transportar a los niños al colegio que se encuentra a pocos minutos de las casa; visitar a los amigos, hacer compras o llevarlo al trabajo para dejarlo todo el día en un parqueadero; también, que las ciudades ganan en movilidad, y disminuyen el caos y la emisión de gases de efecto invernadero. 

Para que se cumplan los objetivos de esta iniciativa, es preciso se acompañarla de acciones, como la medición de los niveles de ruido y gases; la promoción de otros medios de transporte y la divulgación de los perjuicios para la salud y el planeta que trae la contaminación. De igual forma, se ha de articular con estrategias a largo plazo para desestimular el uso de los vehículos, fomentar el uso de la bicicleta y el transporte público; construir ciclorrutas, efectuar operativos permanentes de seguimiento y control de emisión gases y diseñar campañas educativas para crear conciencia sobre los impactos negativos de la contaminación ambiental.

Por ahora, los ciudadanos se deben preparar para esta jornada que servirá para respirar por unas horas un aire más puro, disminuir el ruido infernal del tránsito, hacer deporte y aprovechar espacios recreativos como la ciclovía. 

 

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