Desde la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia de la República, el debate alrededor de la consolidación del Plan Nacional de Desarrollo (PND) comenzó a tomar impulso tras el inicio de labores de la nueva bancada legislativa, a la espera de resarcir algunos debates en el Congreso de la República para finalmente ser aprobado.

Por su lado, los congresistas que salieron elegidos el pasado marzo del 2022 por el Tolima, entraron en evaluación de los proyectos que, prioritariamente, buscaron incidir a partir de la consolidación de mesas con integrantes la bancada, la Gobernación del Tolima a través de la Secretaría de Planeación y TIC, y varios sectores sindicales y sociales. 

Así pues, en un primer momento, y previo a la consolidación de PND ‘Colombia, potencia mundial de la vida’, cerca de cuatro reuniones entre la sociedad civil y la bancada de congresistas del Tolima tuvieron lugar en Ibagué, con el fin de elaborar un documento único que sirviera de insumo para la elaboración del plan de gobierno de Petro.

A su vez, y en concordancia con las distintas disposiciones en el orden nacional, los Diálogos Regionales Vinculantes (DRV) se impulsaron a partir del trabajo de la Gobernación y el Departamento Nacional de Planeación (DNP) junto a sus consejos territoriales. 

Según el Gobierno, “las cinco grandes transformaciones que propone el PND son el ordenamiento del territorio alrededor del agua, la seguridad humana y justicia social, el derecho humano a la alimentación, la transformación productiva, internacionalización y acción climática, y la convergencia regional”.

El PND plantea inversiones por $1.154,8 billones de pesos para el siguiente cuatrienio. $136,5 billones para la convergencia regional, $114,3 billones para la transformación productiva y acción climática, $744,2 para temas relacionados con la seguridad humana y la justicia social. 

Para el derecho humano a la alimentación y el ordenamiento del territorio alrededor del agua se destinarán $47,4 billones y $28,5 billones de pesos, respectivamente. Estas cifras no incluyen la estimación de recursos privados y puede cambiar con la discusión en el Congreso.

¿Quedarán las necesidades del Tolima en el PND?

Con la aprobación del presupuesto regionalizado para el Tolima ($11,2 billones), muchas inquietudes acaecieron frente las limitaciones del ‘rubro’ para el departamento, y las lecturas políticas que salieron a la luz producto de la débil asignación presupuestal.

Además, con el ‘barretismo’ como la estructura política más fuerte de la región tras tres curules en Cámara y una en Senado, se esperaba que muchos proyectos de la región pudieran escalar a la hoja de ruta del Gobierno Nacional, más aún cuando el Partido Conservador se declaró ‘pro gobierno’, hecho al que el senador Óscar Barreto se sumó a través de su firma en el ‘Acuerdo Nacional’ de Gustavo Petro.

En diálogos con la representante Martha Alfonso Jurado (coalición Pacto Histórico y Alianza Verde), explicó que el PND está constituído por varios documentos integrales. “Cuando se adopta el proyecto de ley que va a formalizar el proyecto que se convierte en ley de la república, se adoptan las bases del PND, el PPI y varios anexos técnicos”.

En ese sentido, el Plan Plurianual de Inversión (PPI), según el DNP, “se define como un plan de inversiones indicativo que contiene la proyección de los recursos financieros requeridos para la ejecución de las metas trazadas en el PND, dentro del marco de sostenibilidad fiscal”. 

En el caso del Tolima, en el PPI aparece el proyecto del Distrito de Riego del Triángulo del Sur, el fortalecimiento de vías 4G con el Valle y el Huila, presupuesto para educación superior y rural, construcción de puertos aéreos y fluviales, planes de ordenamiento alrededor del río Magdalena, mejoramiento de corredores viales entre Caldas y Tolima, creación de los territorios turísticos de paz, entre otros proyectos.

“Hay una serie de proyectos que serán objeto de discusiones porque seguramente el PND se modificará tras su paso en el Congreso. Existe una metodología que ha propuesto el Gobierno por proyectos estratégicos, que no implica ser específicos por cada departamento”, explicó Alfonso Jurado.

Frente al trabajo articulado del 2022 junto a los otros miembros de la bancada, la representante aseguró que “la territorialización de los programas que están en las bases del PND no las vamos a aterrizar en el Tolima sin un trabajo juicioso y articulado de la bancada parlamentaria. Ha sido muy difícil que acepten un escenario de diálogo conjunto, a pesar de que se hicieron los diálogos preparatorios donde estuvimos todos”.

“A las convocatorias que hemos planteado, siempre contestan los representantes Olga Beatríz González y Carlos Edward Osorio. A pesar de sus posiciones ante el Gobierno, siempre están prestos para trabajar por el Tolima y plantear alternativas en el territorio. En cambio, el Partido Conservador no. Y el partido incluye la incidencia que tienen sobre la curul de paz”, agregó Alfonso Jurado.

“Es una paradoja que el ‘barretismo’, que está en todas las instituciones del departamento y que debiera tener una mayor capacidad de incidencia y proyectos con el Gobierno, sean quienes menos inciden en este diálogo. Puede que estén pensando en una actividad propia de incidencia, pero pienso que si no se articulan con los demás congresistas, será difícil que ganemos la discusión. Convengamos que al Tolima no le ha ido bien en términos de asignación presupuestal y priorización de proyectos”, apostilló la representante.

Los retos para la región

A la espera de los debates, durante los últimos meses varias discusiones han tomado lugar dentro de la opinión pública frente a qué necesidades debieran de ser atendidas con prioridad en Tolima a través del PND, a su vez de qué tan efectivas serán las políticas del documento, al margen del paquete de reformas que poco a poco ha venido ‘cocinando’ el Gobierno Nacional. 

En ese sentido, dos analistas compartieron su visión respecto a qué tan distante está el Tolima de ser una ‘potencia mundial de la vida’, tras una revisión a las bases del PND, las conclusiones de los DRV y los proyectos que lograron ingresar, momentáneamente, al PPI. 

Jaime Eduardo Reyes - Dir. del Instituto de Desarrollo Regional (Unibagué)

Estoy convencido que los tolimenses tenemos la capacidad de lograr ser una potencia mundial de la vida. Se requiere potenciar los esfuerzos públicos y privados, y los esfuerzos departamentales con los nacionales, buscando impactar profundamente en el futuro de la sociedad tolimense, resultados que se expresan en reales transformaciones. 

Y es precisamente en este punto donde tengo mis dudas, qué tan dispuesto está el Gobierno Nacional de articularse con el sector privado cuando si tuviéramos que resumir el plan de desarrollo propuesto tendríamos que decir que este aspira a impulsar un modelo con mayor estatismo y menor sector privado, en donde se concibe al sector privado solamente para tributar. Y qué decir de las relaciones efectivas con los gobiernos locales y departamental, estas se ven lejanas, muchos tolimenses sentimos que el gobierno Petro está muy lejos de las autoridades del Tolima, de los empresarios y los gremios.

Leyendo las bases del plan podemos afirmar que la gran oportunidad que tiene el Tolima para ser un departamento potencia mundial de la vida es la bioeconomía, las ventajas que da la biodiversidad tolimense son muchas, sin embargo, para convertir la bioeconomía en una realidad se requiere apoyar con recursos la investigación y transferencia de tecnología. Vale la pena mencionar que las universidades de la región están fortaleciendo sus sistemas de investigación para esto, un ejemplo es Colibrí en la Universidad de Ibagué.

El Tolima siempre ha sido una potencia en la oferta de alimentos, para potenciar esa actividad el Plan Nacional de Desarrollo plantea la posibilidad de trabajar en la transformación del sector agropecuario para producir más y mejores alimentos, hacer más eficientes las cadenas de suministro, tecnificar el campo, mejorar el transporte. 

El proyecto que debe ser terminado y que aparece en el listado de proyectos prioritarios para el departamento es el Triángulo sur del Tolima, sin embargo, no basta con desarrollar el plan agropecuario, también es necesario crear industria alimentaria y de bienes agroindustriales. No se puede perder de vista que este proyecto está pensado para pagar la deuda histórica con las comunidades indígenas de Coyaima y campesina de Natagaima, el desarrollo de esta zona debe potenciar el desarrollo humano y económico de indígenas y campesinos.

Es importante resaltar que en un mundo donde el cambio climático y la escasez de agua es un determinante para el desarrollo de la vida humana y de otras especies animales y vegetales, ordenar el territorio alrededor del agua y de la falta de ésta es primordial, aquí el Tolima, con sus grandes cuencas y microcuencas puede jugar muy importante para el país tanto para el consumo humano, como para la producción de alimentos y la industria, y para la transformación energética.

El PND propone que los sectores líderes en el crecimiento en los próximos años serán la agricultura, la industria y los servicios de turismo, buscando un cambio en la canasta exportadora y una mayor generación de empleo en el mediano y largo plazo, el reto de las fuerzas vivas del Tolima es apropiarse de las oportunidades que se crearán desde el Gobierno para transformar la agricultura y desarrollar los servicios de turismo. Con la promesa del Gobierno de implementar políticas e instrumentos que dinamicen el sector manufacturero surge el desafío de encontrar nuevas apuestas manufactureras para la región.

John Jairo Uribe Sarmiento - Antropólogo e investigador en asuntos políticos

Hay varias reflexiones respecto a los proyectos de inversión que, desde el Gobierno Nacional, tocarán al Tolima. Algunos proyectos son muy esperados como el tema del Triángulo del Sur, que lleva muchas décadas y no se había podido desarrollar. Los demás también pueden ser interesantes, se refieren a temas de infraestructura vial, asunto importante para la conectividad y desarrollo de la región.

Están otros temas como la ampliación de cupos, donde la Universidad de Tolima jugará un papel importante. En concreto, estos proyectos dependen en gran medida de la capacidad de gestión de la dirigencia del departamento y ahí es donde salen algunas preguntas, ¿Tendremos la oportunidad de vincular esfuerzos como bancada y región alrededor de estos proyectos y recursos para que finalmente se desarrollen como deben ser?, ¿las diferencias partidistas se podrán dejar de lado, siendo tan profundas en el departamento para poder desarrollar estos proyectos? y en esa misma dirección, los grupos que mayor capacidad tienen de mover votos y control burocrático, ¿trabajarán por la región o en acrecentar su capital político dejando de lado las necesidades del departamento? 

De otro lado está el hecho de que el Tolima es un departamento rico en biodiversidad, que pudiera ser una potencia en muchos sentidos. Su espacio articula muchas posibilidades y proyectos de desarrollo desde las riquezas hídricas, climáticas y económicas respecto a su posición en el país. 

Hay una serie de retos que se deben desarrollar y aterrizar en términos de acciones concretas, lo que implica una articulación entre sectores políticos, académicos y sociales. Por ahora, no ha cambiado del todo el escenario, pero sí pasa que existen nuevas posibilidades de acción a raíz de los nuevos sectores políticos que se han estado moviendo.

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