Las aguas residuales que vierten sobre la quebrada ‘La Zoca’ por la obstrucción de un tubo están generando contaminación en el barrio Fuentes de los Rosales, sectores II y IV, desde hace varios meses.

Los malos olores y la proliferación de zancudos tiene incómodos a los habitantes, quienes manifiestan que esta problemática fue reportada a la empresa de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, sin que hasta el momento haya sido resuelta.

“Tenemos una problemática que está a la entrada de la urbanización: hay un tubo roto que, al parecer, es de aguas negras y ya llevamos más de cuatro meses que se informó, inclusive fui hasta el Ibal en La Pola y le informé al señor que estaba ahí, anotó y dijo: ‘sí, vamos a mandar a revisar’, pero ya estamos en septiembre y no ha pasado nada”, expresó Juan Carlos Salazar, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio.

Son cerca de 600 personas las que están siendo afectadas por la contaminación y temen que se puedan ocasionar enfermedades y la destrucción de otras fuentes hídricas aledañas puesto que ‘La zoca’ se une a la quebrada San Antonio.

“La zancudera se ha alborotado demasiado, a pocos metros del tubo dañado hay un asadero y eso no le sirve a ese negocio porque la gente cuando viene con ese olor no puede comer ni nada; no entiendo por qué no le ha puesto la mano el Ibal, ¿será por lo que no está sobre la vía principal y no lo ven? Esperamos que al menos vengan y le pongan cuidado a esto”, sostuvo Salazar.

Otra situación que se viene registrando en el sector es el deterioro de la calzada que, presuntamente, sería responsabilidad del Ibal, debido a problemas con el alcantarillado.

“Se hizo una carta a Infraestructura solicitándole la reparación de la vía porque se está dañando, Infraestructura la remitió al Ibal, aduciendo que no pueden hacer nada hasta que el Ibal no venga y revise qué es lo que pasa porque este es un terreno en el cual fluye mucha agua por debajo de la tierra, entonces esperamos a ver si algún día se dignan, antes de que terminen el periodo, a venir a arreglar la situación porque estamos graves. El recibo del Ibal sí llega puntual  y aquí la gente es muy buena para pagar todos los servicios puntuales”, refirió.

Daño de andenes
Vecinos del lugar además señalaron que durante una obra que ejecutó la empresa ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado para la instalación de nueva tubería hace tres meses dos andenes sufrieron daños, por lo cual exigen que la entidad se los recomponga.

“A pesar que terminaron la obra aún no han venido a entregarla ni a mirar qué van a solucionarnos. A raíz de la vibración nos dañaron el andén y no respondieron por el arreglo. Cuando hablé con el ingeniero me dijo que él respondía por eso y el señor acabó el trabajo, se fue y no volvió”, dijo una de las quejosas.

“En mi caso fue porque la máquina puso una de sus partes y dañó el andén, está agrietado en varias partes y eso no estaba así, ¿quién nos responde entonces?”, cuestionó Ximena Marcela Rodríguez, propietaria de otra de las viviendas.


La seguridad
En contraste, el Presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio aprovechó para destacar la labor que viene desarrollando la Fucur con el fin de mejorar la seguridad del sector.
“En este momento la misma comunidad ha trabajo de la mano con la Policía y especialmente con el capitán Céspedes, comandante de la Fucur, y la Policía Comunitaria; nos han apoyado y están disminuyendo los robos y los atracos que se estaban presentando continuamente. De todas maneras nos falta aún más de apoyo porque hay unos pelaos que vienen a la parte de arriba (en la loma) tipo 4:00 o 5:00 de la tarde a meter vicio; hemos llamado a la Policía local, pero no hemos podido contar con el apoyo para que vengan y al menos si no los pueden detener que nos los saquen del barrio, que les digan que aquí no permitimos eso porque nos afectan a los demás muchachos que viven acá”, acotó.