Cráter en la avenida Guabinal casi cobra la vida de un menor

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
El infante, quien se dirigía hacia su casa después de salir del colegio, cayó a un boquete de casi tres metros de profundidad.

La tardía solución por parte del Ibal en el arreglo de las redes de acueducto y alcantarillado por poco pone en riesgo la vida e integridad de un menor, que cayó a un cráter de casi tres metros de profundidad, el pasado jueves en el barrio Belálcazar.

A las 6:42 minutos de la noche, el infante de 11 años de edad, quien caminaba junto con dos compañeros, por el sector de la calle 27 con avenida Guabinal, resbaló y cayó al vacío, sufriendo contusiones en espalda y extremidades.

Los jóvenes que lo acompañaban, intentaron auxiliarlo y pronto vecinos del sector se acercaron para prestar ayuda.

Carlos Álvarez, residente de la calle 27 con carrera Octava, fue el primero en acercarse a verificar su estado. Narró que su primera reacción fue ir a sacar al menor.

“El niño iba subiendo con otros dos amigos, pero como el hueco en la noche no se ve, parece una mancha en la calle, y él tenía gafas, cayó. Cuando volteo a mirar para afuera, ya iba en el aire. Cuando me asomo al hueco, el niño está boca arriba y le pregunté qué le pasó papá, se puso a llorar, le dije se puede parar y me respondió que sí, le dije párese lo saco”, narró Álvarez.

De acuerdo con esta versión, pronto Ariel Montes, empleado de la compraventa Consignataria, se acercó y entre ambos rescataron al menor.

Manuel Alejandro Correa, socorrista de la Defensa Civil le brindó los primeros auxilios al infante, quien presentó cortadas en su cara y en cada una de las extremidades inferiores y superiores.

Leonardo Ñunga, padre del infante, dijo sentirse dolido ya que por falta de gestión de las entidades locales, su hijo pudo perder la vida.

“Mi hijo pudo morir, un señor se acostó sobre la vía y lo sacó. De ahí lo llevamos al médico y fue dado de alta, pero lo noto delicado”, apuntó.

El progenitor no descartó tomar acciones legales contra la entidad ibaguereña ante la irresponsabilidad de no efectuar los trabajos de recuperación con prontitud.

Diez días y contando

Carlos Álvarez, indicó que el cráter apareció hace 10 días, después que una buseta que transitaba debilitara la tubería de aguas negras que colapsó.

De inmediato, puso en conocimiento a la Policía, que acordonó el área e improvisó con dos bultos de arena y un palo de escoba la señal de alerta.

Según el testimonio, personal del Ibal se dirigió a evaluar el daño en la estructura, poniendo límites con dos cintas amarillas.

La imágenes captadas por la cámara de seguridad de la compraventa Consignataria, muestran que el menor transitó por debajo de la cinta y finalmente cayó.

Ayer, después del incidente, personal de Ibal se dirigió hasta el lugar y acordonó el perímetro con cuatro cintas, eliminando cualquier posibilidad de tránsito.

Ibal responde que recursos son limitados

El gerente del Ibal, Carlos José Corral, lamentó la caída del menor en el cráter y dijo que será motivo de investigación la posible omisión en la señalización del área afectada.

Confirmó que el daño fue reportado la semana pasada, inspeccionando el área cuyo diagnóstico es la recuperación de 40 metros lineales de tubería.

El directivo informó que los más de 700 kilómetros de red alcantarillado y 800 de acueducto presentan deterioro, por lo cual se espera que con los tres mil 300 millones de pesos que serán desembolsados se efectúe el mantenimiento en un 70 por ciento de la red.

Corral aseguró que hasta el momento se tiene reportados 40 puntos, en los cuales se debe hacer intervención por colapso en la red.

Corral no descartó que el vandalismo hubiese causado daño a la señalización.

Credito
IBAGUÉ

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