Jóvenes: no sean inquilinos en casa

Uno de los aspectos más importantes que se debe tener en cuenta en el hogar es la comunicación que exista en la familia. Promueva e incentive los espacios de integración con cada uno de los miembros del hogar, con esto logrará una buena relación.

No seas clon, mantén tu individualidad

Ojalá no sea uno de esos adolescentes que imita a sus amigos y al modelo social que lo rodea. Si cree que así se destacará entre su grupo de amigos y será mejor aceptado, puede estar equivocado.

No estigmatice los gustos juveniles

Su manera particular de hablar, de vestir, sus aficiones y sus gustos, han sido factores que los mismos jóvenes han impuesto en la sociedad, teniendo éstos más poder e influencia que hace algunos años.

¡Flix día del idioma!

Los jóvenes de hoy sorprenden con su lenguaje abreviado y hasta podría decirse que monosilábico, pero aseguran que si se les infunde el amor por la lectura, serán buenos escritores.

Papás: tengo que contarles algo

¿Alguna vez has intentado hablar con tus papás sobre algo importante, pero no supiste cómo? ¿O alguna vez has tratado de hablar sobre algo en específico, pero te diste cuenta de que no era el momento adecuado? Hablar con los papás puede ser fácil si se sabe cómo hacerlo.

Vacío interior, ¿cómo superarlo?

“No sé por qué no hablo o no le cuento a nadie de cómo me siento pero tal vez no lo hago porque ni yo misma he logrado entender lo que siento por dentro, tal vez en resumidas partes siento un vacío dentro de mí, y lo peor de todo es que no sé con que llenarlo o que le falta a mi vida”, explica Mariana Torres, una adolescente, en su blog, como una forma de expresar su vacío interior.

¡Solos en casa!

Quedarse solo en casa es la gran maravilla cuando se es adolescente: hacer lo que se quiere, escuchar música y si no hay restricciones específicas, invitar a unos amigos para una piyamada o una noche de Wii. Incluso, hasta salir a dar un paseo, pero… ¿hasta dónde llegan las responsabilidades cuando no están los papás?

¡Le temo a la U!

Los jóvenes empiezan esta nueva etapa de su vida con una serie de expectativas que se convierten en sus mayores temores al verse abocados a enfrentar el nuevo nivel que la educación superior les plantea.

¡No me puedo concentrar!

No se sabe si será el exceso de Internet o todos los dilemas que hay que afrontar en la adolescencia, pero lo cierto es que la concentración resulta difícil en esta etapa de la vida. Este medio de comunicación da unos consejos para manejar la falta de concentración.