¿La constituyente es el camino?
El título de esta columna corresponde al slogan con el que la propaganda oficial en 1990 trataba de sembrar en la mentalidad de los colombianos la idea de que si se reformaba la Constitución por una vía distinta a la del Congreso se solucionarían todos los problemas que aquejaban a la Nación, que no son distintos a los que ahora se mencionan: desconfianza del pueblo en su clase dirigente, desprestigio del Congreso, descontrol del orden público por las acciones guerrilleras, pero principalmente por la arremetida terrorista del narcotráfico para quitarse la extradición de encima, corrupción política y administrativa, inequidades sociales y una desesperanza casi generalizada.