De 2001 a 2020
En mis primeros años de trabajo como reportero de televisión tuve un gran maestro, Gustavo Nieto, quien me enseñó que había frases tan trilladas que se convirtieron en lugares comunes. “Frases de cajón”, como les decimos en el periodismo. Él me ponía tres ejemplos que recuerdo, aunque han pasado dos décadas: “Con lágrimas en los ojos...”, “Con la maleta cargada de ilusiones...” y “1998, el año en que el mundo cambió (puede ser cualquier año)...”. Se habían repetido tanto en noticieros radiales y televisivos, o escrito tantas veces en periódicos y revistas, que demostraban dos cosas: o el reportero era novato o era muy poco creativo. Desde entonces me impuse la tarea de no repetir este tipo de oraciones y me obligo a buscar mejores recursos para contar una historia, aunque no soy infalible. Lo increíble es que jamás imaginé, y esta es otra frase de cajón, que viviría como periodista para ser testigo de dos años en los que realmente se puede decir “el año en que el mundo cambió”.