Durante los últimos años en Colombia, con un volumen de producción anual de más de 60 mil toneladas, la piscicultura continental se ha venido consolidando como el principal renglón al interior de la actividad acuícola.

No obstante, de acuerdo con estudios realizados por la Universidad Nacional (2010) y el plan nacional para el desarrollo de la acuicultura sostenible (2014), aunque en el país se cuente con un potencial cercano a las 14 mil hectáreas (hc) aptas para el desarrollo de proyectos de acuicultura, apenas un 14 % de estos espacios se destina para prácticas piscícolas.

Potencial piscícola del Tolima

De acuerdo con datos de la Cadena Nacional Acuicultura (Madr), dentro de los aportes por departamento a la producción nacional de 2021, el Tolima se situó como tercero en la lista de los territorios más productivos con 16.185 toneladas (Tn).

Si bien, al comparar esta cifra con las 60.456 Tn exhibidas por el Huila, el Tolima pareciera quedarse muy por debajo del departamento vecino, la verdad es que en la región existe un amplio margen de crecimiento para esta actividad económica.

Y es que según la Encuesta Nacional Acuícola (ENA), publicada por la Corporación Colombia Internacional en el 2011, el Tolima cuenta con el mayor número de granjas del país, más de 1.200, sin embargo, la realidad es que de la totalidad de los acuicultores registrados en el departamento, poco más de mil cuentan con recursos bastante limitados para una producción masiva.

Una problemática por subsanar

El 40 % de las granjas acuícolas tolimenses se encuentran inactivas, debido a que la gran mayoría de estas, cuentan con condiciones de infraestructura básicas para su funcionamiento, pero debido a una serie de factores como la falta de recursos económicos, continuidad de capacitaciones, asistencias integrales, así como desconocimientos en tecnologías y normatividad, se ha generado una especie de estancamiento en esta actividad.

Pero, teniendo en cuenta estos y otros factores, han sido varios los empresarios que han procurado una por mejoras hacia las prácticas piscícolas, ya que han reconocido el enorme potencial de la actividad para el desarrollo económico de la región.

Diversificación del enfoque económico 

El Tolima se ha caracterizado a lo largo de muchos años por sus aportes agrícolas a la economía del país, siendo reconocido principalmente por la calidad y capacidad de su producción arrocera.

Al norte de la capital tolimense, se pueden apreciar una gran extensión de áreas destinadas al cultivo de este cereal, producto insignia de la región.

Así como el arroz, el maíz ha sido una apuesta económica para estas zonas del departamento que gozan de climas cálidos, sin embargo, han sido varios los inconvenientes que han tenido que sortear los agricultores enfocados en estos productos.

La exploración de otro renglón económico

Marco Tulio Velásquez, ‘El Teniente’, empresario de Ambalema, es uno de los agricultores que ha sentido de cerca las dificultades inesperadas que conlleva la práctica cultivadora.

“En el 2018 hubo un verano muy fuerte en la zona y se sufrió bastante por la falta de agua, se perdió una gran cantidad de hectáreas cultivos de arroz y maíz”, relató Velásquez. 

‘El Teniente’ manifestó que de aquella situación adversa para los agricultores del sector, se planteó la necesidad por el máximo aprovechamiento de las áreas que puedan ser utilizadas en pro de la contribución al desarrollo económico de la región. 

Surgió entonces la idea de la creación de reservorios de agua, los cuales ayudarían a mitigar el impacto en las épocas de intensa sequía, pero a la vez, estos podrían ser aprovechados para el cultivo de peces. “Se puede trabajar en estos dos renglones económicos sin mayores inconvenientes”, aseguró Velásquez.

Nuevas fuentes de empleo para la región

Marco T. Velásquez está asociado con otros empresarios que buscan fortalecer los procesos económicos de su zona de influencia combinando las actividades agrícola y acuícola. 

Wilson Mosquera es coequipero de ‘El Teniente’ en su empresa Inversiones Tencor. Mosquera resaltó la importancia de la actividad piscícola en el departamento, señalando principalmente, un crecimiento exponencial en la zona norte del Tolima, algo que repercute positivamente con relación a la creación de nuevos puestos de trabajo en la zona.

“La mayoría de las labores derivadas de la práctica piscícola son manuales, por lo tanto se requiere de una gran cantidad de material humano para el desarrollo de dichas labores”, detalló Mosquera, enfatizando en que las personas empleadas, pertenecen primordialmente a los municipios de Ambalema y Venadillo.

Apuestas acuícolas en el norte del Tolima

Los empresarios manifestaron que en el sector norte del departamento, se puede contar con cerca de 400 ha de espejos de agua destinados para la acuicultura, algo que evidencia la importancia que ha ido acarreando esta actividad en la zona.

Los sistemas convencionales requieren de grandes cantidades de tierra y agua, algo que no poseen todos los acuicultores de la región, por lo que dentro de las apuestas, más allá del crecimiento económico propio, se pretende el fortalecimiento colectivo pensado una excelente oportunidad de desarrollo para la región. 

Los empresarios buscan el fortalecimiento del gremio, por lo que dentro de sus proyecciones se encuentra la obtención de una planta de tratamiento, algo que permita a los lugareños el máximo aprovechamiento de sus procesos industriales, con miras de tener más presencia en los mercados del país y poder dar el gran salto al mercado internacional.

Aportes sociales derivados de la piscicultura

La producción pesquera y acuícola representa el 0,36 % del Producto Interno Bruto nacional (PIB) y el 3,43 % del PIB agropecuario, la importancia de esta actividad no solo radica en su aporte al PIB, sino en el gran impacto tanto social como económico. 

Los socios de Tencor, que hicieron parte activa de las fuerzas militares de Colombia, han generado puestos de trabajo constantes para personas que han servido al país de la misma forma que ellos.

Además, uno de los puntos más importantes en la generación de puestos de trabajo ocasionales, tiene que ver con los oficios realizados en la sala de procesos. 

Allí se efectúa una actividad comúnmente conocida como ‘rayado’, que consiste en quitarle las escamas y vísceras a los peces, para el alistamiento de estos como producto.

En la región se ha procurado que esta labor sea ejecutada principalmente por mujeres, principalmente, grupos de trabajo conformados por madres cabeza de hogar.

Dato

- Entre el 2014  y el 2019 el total de la producción piscícola nacional registró un incremento del 22 %. 

- Huila es el primer productor piscícola  de Colombia con el 46 % de la producción nacional, seguido por Meta y Tolima que comparten el 13 %.

- 98,67 % de las granjas piscícolas usan estanques de tierra.

¡Hagamos región y apoyemos lo nuestro! 

Lo invitamos a seguir leyendo aquí 

https://digital.elnuevodia.com.co/library 

MÁS NOTICIAS 

Niñito salió a sacudir un tapete y resultó gravemente herido: ¡Nadie sabe cómo sigue vivo!

Profesor de matemáticas metió a alumna en salón y abusó de ella en el Tolima, ¡la engañó!