El tema es el centro del debate en la cuarta Jornada Latinoamérica y del Caribe para la Internacionalización de la Educación Superior (Lachec) que se realiza en Bogotá, donde por primera vez se invitaron instituciones de carácter técnico y tecnológico de otros países. 

En total participan 100 instituciones de educación superior nacionales y más de 60 extranjeras. Todas ellas podrán intercambiar información durante tres días para establecer alianzas que faciliten la movilidad de estudiantes, docentes e investigadores entre las diferentes instituciones. 

Según la ministra de Educación, María Fernanda Campo, la intención con este tipo de encuentros es que también se puedan lograr acuerdos de reconocimiento mutuo de títulos, para que la formación profesional de los colombianos sea válida a nivel internacional. 

Los últimos acuerdos se lograron con Portugal y Chile, sumados a los que ya se tenían con Argentina, México y España. Algunas universidades colombianas también han logrado llegar a acuerdos con Francia y Alemania para que reconozcan sus títulos profesionales. 

El acesso no es universal 

Para el director del Sistema Universitario Estatal (SUE) y rector de la Universidad Tecnológica de Pereira, Luis Enrique Arango, la internacionalización se quedará como un privilegio de unos pocos si no se asignan mayores recursos. 

Según Arango, para los estudiantes de estratos 1 y 2 es difícil poder sostenerse en otro país con sus propios recursos, de hecho, el precio de un tiquete aéreo para un destino internacional, ya significa una barrera que los frena a escoger una formación en el exterior. 

Aunque la ministra afirmó que en todo el andamiaje de la internacionalización de la educación superior se han invertido 2.000 millones de pesos, el rector de la UTP sostiene que se deben destinar recursos a manera de subsidios para que los estudiantes de estratos bajos puedan tener una opción real. 

En universidades privadas coma La Salle, una de las modalidades que han implementado para facilitar la movilidad de estudiantes, es permitir que la persona pague solo el 10 por ciento de lo que cuesta su matrícula en Colombia, para que utilice el 90 por ciento restante en su sostenimiento en el exterior. 

Sin embargo, Arango explica que para el caso de estudiantes de universidades públicas solo el tiquete aéreo puede costar tres veces su matrícula, por eso, la institución debe apoyarlos para que puedan tomar la opción de salir del país. La UTP por ejemplo, este año solo pudo enviar 27 estudiantes al exterior por falta de recursos. 

En cuanto a los estudiantes foráneos que llegan al país, Arango afirmó que las universidades colombianas cada día se están preparando para recibir a estos estudiantes, no solo desde un nivel académico sino con oficinas destinadas a orientarlos en su proceso de adaptación al nuevo entorno. 

Las bondades de Colombia como un destino de educación superior se han tratado de mostrar en las misiones académicas que ha realizado el ministerio de Educación y la Cancillería hacia países como Educador, Bolivia, Perú y Panamá. 

El próximo año, se tienen programadas otras misiones hacia Brasil, Corea, Alemania y Turquía, donde el reto es atraer estudiantes hacia universidades extranjeras y vender el país como el mejor sitio para aprender español.