Hogares colombianos en el límite de endeudamiento

La tasa de endeudamiento de los colombianos ha tenido un importante aumento durante los últimos meses, llegando a una cifra de 0.5 por ciento en el último semestre, lo que encendió las alarmas de algunos sectores.

De acuerdo con el último reporte sobre el tema del Banco de la República, para el tercer trimestre de 2011 la demanda de crédito percibida por los intermediarios financieros continuó aumentando para todas las modalidades, y en comparación con hace tres meses, su dinámica fue menor para los bancos, pero mayor según CFC y cooperativas.

“Al analizar la demanda por modalidad, se observa que durante el tercer trimestre de 2011 las carteras de consumo y comercial son las que presentan el mayor dinamismo en bancos y CFC. Para las cooperativas los mayores aumentos se perciben en vivienda y microcrédito”, señala el estudio sobre el tema.

Según la entidad, en el país los consumidores tienen saldo de cartera por $53.5 billones. El director de estabilidad financiera del Banco de la República, Dairo Estrada, explicó que la suma corresponde a compras con tarjetas de crédito, adquisición de vehículos y créditos de libre inversión, y agregó que el monto supera a la cartera que se registró durante la crisis económica de la década de los 90.

“La cartera de consumo crece a una tasa promedio del 20.6 por ciento, tendencia que se observa en su mayoría entre los colombianos de los estratos altos, así como en los de estrato dos. La cartera hipotecaria está en los 19 billones. Las cifras indican que por cada 100 pesos que recibe una familia utiliza en promedio 15.4 pesos para pagar intereses y la amortización de la deuda”, precisó.
    
¿Alarma?

Para sectores como el Emisor, la deuda está en un punto crítico, y un aumento podría descompensar las cargas y generar un grave problema.

El economista Herrera asegura que la mayor penetración, calidad de cartera y prudencia aparente del uso de los cupos, equilibran el peso de la deuda en el consumo de los hogares, que han sabido aprovechar el menor precio del crédito, que para el periodo de estudio cayó en un 32 por ciento en términos corrientes y un 23 por ciento en términos reales, transmitiéndole al consumidor que endeudarse era más barato.

“Esto nos deja en una condición positiva del crédito de hogares pero llegando a un límite claro de saturación en los hogares que hoy tienen acceso a crédito, porque ya pueden estar pagando más de un 30 por ciento de sus ingresos mensuales en crédito, llegando a los niveles de 1997-1999 que desembocaron problemas importantes en la demanda interna”, explicó.

Agregó que en este momento es muy relevante que el crédito de consumo mantenga su dinámica porque está explicando cerca del 40 por ciento de la tendencia del comercio y un aumento de tasas no sólo aumentaría la deuda sino que frenaría la dinámica comercial, por esto es prudente que las autoridades monetarias sean prudentes en el aumento de tasas y que la banca aumente la oferta de colocaciones sólidas en más personas y hogares diversificando el portafolio, porque si bien las condiciones inflacionarias son buenas, ni es prudente liberar tanto dinero ni aumentar en mayor proporción la deuda de los mismos hogares.

Sobre la preocupación de un sobreendeudamiento, el Ministro Juan Carlos Echeverry dijo que los hogares están montados sobre más empleo y más ingresos.  “Si hay una crisis internacional puede haber una crisis de fortuna pero ese es un cambio lento. Cuando hay un cambio drástico es porque se ha montado sobre el valor de un inmueble cuyo valor cae drásticamente en un periodo corto. Eso no está pasando en Colombia. El crédito hipotecario está en cinco por ciento del PIB y no ha crecido. A finales de los 90 era de 12 por ciento del PIB. No hay alarma, pero sí hay que estar alertas, sobre todo por la crisis internacional. Lo que debemos hacer es mantener la economía creciendo y creando empleo, así el crédito de consumo va a subir”, anotó.

Para Asobancaria, aunque hay alarma, consideran que el endeudamiento de los hogares colombianos no se encuentra en nivel crítico y, que por el contrario, hay espacio para que siga el consumo.

La presidenta de la Asociación Bancaria y de entidades financieras (Asobancaria) María Mercedes Cuéllar, admitió que el crédito de consumo viene creciendo pero que todavía no despierta alarmas. “En estos momentos está creciendo del orden del 22-23 por ciento, yo no creo que sea motivo de preocupación. Pero si empieza a subir más, y llega a un 40-50 por ciento, son señales de alerta muy grandes”.

Aseguró además que las actuales señales no son alarmantes, “pero hay que seguirlas y estar pendientes de ellas para evitar que haya problemas”.

Para el Emisor, el crecimiento de la deuda ha generado que los bancos hayan modificado sus exigencias. “En general, para todas las carteras, con excepción de la de vivienda, se observa que los establecimientos de crédito continúan aumentando sus exigencias a la hora de otorgar nuevos créditos. Esta situación se refleja tanto en los criterios de los intermediarios para evaluar el riesgo como en los comentarios que los clientes hacen a las entidades durante el proceso del mismo”.

“Cuando los establecimientos de crédito evalúan el riesgo de sus nuevos clientes coinciden en que los criterios más importantes son el flujo de caja proyectado y la historia de crédito del cliente, siendo este último el aspecto que más ha cobrado relevancia en los tres meses más recientes. En cuanto a los comentarios que los clientes señalan, los más frecuentes y los que mayores aumentos en el número de quejas han presentado son las altas tasas de interés y las difíciles condiciones de aprobación del crédito. Finalmente, a la hora de rechazar nuevos créditos o de entregar una cuantía inferior a la solicitada, los establecimientos explican que lo hacen por las dudas sobre la viabilidad financiera del solicitante, la historia crediticia en otra institución o por la falta de información financiera de los nuevos clientes”, precisa el informe del Banco de la República.

Credito
BOGOTÁ

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