Las noticias en materia de conectividad aérea y crecimiento en el tráfico de pasajeros en Colombia no paran, pero tampoco se detienen las quejas de los usuarios por los continuos ‘desplantes’ de las aerolíneas.

Buena parte de estos se deben a las condiciones meteorológicas que vive el país, argumento con el que las aerolíneas salvan su responsabilidad. Y la situación se agrava con las deficiencias que todavía presenta la infraestructura del transporte aéreo nacional, a pesar de las obras que se ejecutan en varios aeropuertos.

Aunque el Gobierno ha anunciado nuevas inversiones en infraestructura, estas se están dirigiendo, en su mayoría, a la planta física de las terminales, sin que los sistemas de aeronavegación avancen a la par de las necesidades de la industria, situación con que se mejorarían las condiciones de operación de los aeropuertos y haría que las condiciones climáticas no generen tanto caos.

El Gobierno había dicho que se invertiría casi $1 billón anual en infraestructura, pero los planes se han concentrado en entregar los aeropuertos a concesiones para que administren el lado tierra, es decir, que se encarguen de los servicios de salas de espera, abordaje de pasajeros y administración de las terminales, cosa que no está mal, teniendo en cuenta el rezago histórico que vivía el país.

Sin embargo, los sistemas de navegación y tecnología no se han modernizado. A esto se suma, según voceros de la industria, la falta de coordinación institucional y de planeación de inversiones estratégicas, así como la concentración de las operaciones internacionales y nacionales en el aeropuerto Eldorado, de Bogotá, por donde pasa casi el 80% del tráfico aéreo del país, sin contar la concentración que también registran las operaciones aéreas militares.

Tecnología adecuada

Según la Aeronáutica Civil, en el segundo trimestre de 2017 estaría funcionando un sistema ILS de categoría tres en el aeropuerto Eldorado, un sistema de aproximación para aeronaves que permite ejecutar operaciones aunque las condiciones climáticas sean adversas.

“En Eldorado se hace aproximaciones por instrumentos ILS categoría dos, quiere decir que los aviones pueden aterrizar con condiciones meteorológicas más reducidas. El ILS III es el más preciso, y se divide en tres subcategorías, cada una más precisa que la anterior”, dijo un experto que pidió reserva de su nombre.

Sin embargo, el compromiso no es nuevo. La posibilidad de elevar a categoría Tres el Aeropuerto se había anunciado para mediados del año pasado. En ese entonces, el director de la Aerocivil, Gustavo Lenis, aseguró que llevarlo a ese nivel permitiría a los pilotos aterrizar con bajas condiciones de visibilidad, como en los días de densa neblina, y disminuir así los problemas.

Según la Aerocivil, esto implica unas adecuaciones en luces y antenas, que hoy, en plena temporada alta, todavía se están haciendo.

La Asociación Colombiana de Aviadores Civiles, por su parte, señaló que además del rezago en tecnología, la que existe tiene problemas de compatibilidad, lo que hace lento el tránsito.

Pese a las advertencias, los anuncios de actaulización tecnológica tan solo se han hecho para el caso de Eldorado, debido a que estos sistemas son costosos e implican retos en operatividad, capacitación y más personal en los aeropuertos.

Lo que pasa en palonegro

El tipo de tecnología que tiene cada aeropuerto se mide por categorías, que, en su orden, son Uno, Dos, TresA, TresB y TresC, donde Uno es la menos avanzada.

Colombia está categorizada con la tecnología Dos para la pista. Según explicaron expertos respecto al tema, en aeropuertos como el Palonegro se pueden efectuar aproximaciones por instrumentos categoría Uno, lo que hace que las operaciones sean más restringidas, debido a que la terminal aérea tiene unas condiciones climáticas particulares por la alta nubosidad.

“Para agilizar la operación, se requeriría de nuevos equipos de radioayuda VOR, así como la adquisición de un dispositivo ILS (sistema de aterrizaje por instrumentos) de mayor categoría”, aseguró una fuente.

Hasta el momento, los recursos invertidos en Palonegro suman cerca de $270 mil millones, de los que $50 mil millones fueron destinados el año pasado a ampliar la plataforma, modernizar la torre de control, construir una estación meteorológica y llevar a cabo obras en la Cabecera 35, motivo por el que las operaciones en la terminal local se regularán desde una torre movil. Sin embargo, la modernización de la torre es apenas locativa.

Vienen más pasajeros

En la reciente década, el tráfico de pasajeros se triplicó y los aeropuertos pasaron de atender 10,3 millones en 2003 a 34,1 millones en 2015, según los reportes de la Aerocivil.

Tan solo en el primer semestre de 2016, el transporte de pasajeros aumentó 6,3% frente a las cifras correspondientes al mismo periodo de 2015. Se pasó de 16,1 millones en 2015 a 17,1 millones en 2016.

De acuerdo con la Aerocivil, este aumento se dio principalmente en usuarios de vuelos internacionales, que sumaron 5,6 millones, lo que representa 8,3% más que en el semestre enero - junio del año pasado. Los pasajeros de rutas nacionales, por su parte, se incrementaron en 5,4%, al pasar de 10,9 millones a 11,5 millones.

Según el informe de la entidad, durante los primeros seis meses del año, las aerolíneas compensaron a los pasajeros con $22.839 millones por situaciones como denegación de embarque, vuelos cancelados, problemas con la entrega del equipaje, sobreventa, vuelos demorados y vuelos anticipados.

Gilberto Salcedo

Presidente de la Asociación del Transporte Aéreo Colombiano- ATAC

“L a situación actual es una combinación de varios factores. En efecto, se adelantó la temporada de mal clima (iniciaba en diciembre), que sumada a las obras que se adelantan en algunos aeropuertos (en donde falta coordinación, planeación y flexibilidad para afrontar estas temporadas) y a la falta de tecnología y modernización de la navegación aérea en el país, se presenta como la causa inmediata de lo que el Gobierno ha calificado como una crisis. Además están los eventos que se presentan, en los que la capacidad de reacción de las autoridades y los aeropuertos es baja. Tal fue el caso de la aeronave que quedó parqueada en la mitad de la pista de Eldorado, por falta de un remolque que la pudiera retirar luego de presentar un problema. Fueron varias las horas durante las que la operación del principal aeropuerto de país estuvo a media marcha por este hecho, que impactó toda la operación nacional.

“Hay que reconocer que este Gobierno está superando el rezago histórico que tienen nuestros aeropuertos y que se ha evidenciado por el crecimiento de pasajeros. Para ello, está invirtiendo $2,7 billones en infraestructura aeroportuaria. Sin embargo, es clave que se fortalezca la infraestructura del lado aire, se modernice la tecnología de navegación aérea, y además se rediseñe el espacio aéreo de Bogotá y de los principales aeropuertos del país, para lograr mayor eficiencia en las operaciones, menores tiempos de desplazamiento, menor consumo de combustible y, con ello, menos emisiones de CO2. Así mismo, contar con los equipos que permitan las operaciones con baja visibilidad en El Dorado y en aquellos destinos que se caracterizan por ser complejos en su meteorología. Hay que modernizar la forma de operar y acelerar las obras en ejecución, con la debida coordinación con la operación aérea.

“Ayudará en gran medida. Pero es un conjunto de acciones que comienza con la coordinación y la toma de decisiones entre todos los actores de la cadena del servicio de transporte aéreo. Por eso, en buena hora, el Ministro de Transporte está liderando un centro de operaciones que está enfrentando la crisis y tomando decisiones articuladas en beneficio del pasajero, que es el objetivo de las aerolíneas y el Gobierno”.