Entre las beneficiadas por este fallo histórico están, además, 157 francesas y una venezolana, que deberán recibir la indemnización por parte de TÜV, la empresa encargada de certificar la seguridad de los implantes mamarios PIP, Poly Implant Prothèse.

Este pago se destinará a cada demandante, mientras se determina la indemnización que podría rondar los 15 mil euros por persona, por parte de TÜV Rheinland.

Sin embargo, las colombianas representan tan sólo el 10 por ciento de las 15 mil afectadas en nuestro país por los implantes mamarios.

El caso

TUV fue hallada culpable por haber actuado con negligencia frente a su obligación de controlar la calidad de la prótesis, productos que fueron retirados del mercado colombiano en 2010.

La abogada Nathalie Lozano, socia fundadora de Lozano Blanco & Asociados, afirmó que este es un fallo histórico de reivindicación y reconocimiento de los derechos de estas víctimas del mundo.

“Este fallo no solo busca alcanzar la reparación e indemnización de las miles de mujeres afectadas, sino también; sentar un precedente en Colombia y en el mundo para que se vigile de manera adecuada la fabricación y manejo de este tipo de prótesis”, dijo.

La firma de abogados asumió la demanda a todo riesgo y viene trabajando exclusivamente desde mayo de 2012 de la mano del abogado francés Laurent Gaudon, líder de la iniciativa.

Además, en el fallo, el Tribunal de Comercio definió que en la nueva instancia más colombianas y mujeres de otras nacionalidades pueden unirse a la demanda.