¿En el lugar equivocado?
La llegada de Gustavo Petro al Palacio Liévano ha despertado mucha expectativa, no sólo por su pasado en armas, su tono izquierdista y su falta de experiencia gerencial, sino por su discurso, calificado de irreal por algunos, de burgués por otros y de populista por otros más; en especial por aquellos que apoyaron la candidatura de Enrique Peñalosa.