Violencia contra la libertad

Como lo ha dicho reiteradamente la Organización de Estados Americanos, OEA, la libertad de prensa, opinión y expresión son piedras angulares de la democracia; por esto, es aún mas repudiable el atentado que sufrió el periodista Calderón a manos de sicarios que dispararon contra el vehículo en el que se desplazada en la vía Bogotá-Ibagué, así como los ataques de los que fueron víctimas los legisl

Los hechos que han rodeado la celebración del Día Mundial de la Libertad de prensa, muestran que este derecho, como el de la libertad de expresión, se encuentra en un estado de seria fragilidad. Me refiero al atentado del que fue víctima el jefe de investigación de la revista Semana Ricardo Calderón, y a los ataques violentos contra los diputados venezolanos en la Asamblea Nacional. 

En el marco de estos hechos y de la celebración de la libertad de prensa, me pregunto si es posible ejercer la libertad de expresión de manera segura y hablar sin riesgo sobre cualquier tema en América Latina.

Por un lado, los temas de los que hablaba el jefe de investigaciones de la revista Semana, se referían a las interceptaciones y seguimientos ilegales realizados por el DAS, las denuncias sobre el Centro de Reclusión de Tolemaida y los privilegios de sus prisioneros. En el caso de Venezuela, los diputados hablaban de temas no menos polémicos como la legitimidad del Gobierno de Nicolás Maduro. Cualquiera que sea el tema, es fundamental que pueda ser abordado por periodistas, diputados o por cualquier ciudadano bajo la protección del Estado, libre de hostigamientos y violencia y en el marco de la garantía de un entorno seguro en el que se investiguen y sancionen a quienes rompan esta regla.

América Latina, está en mora de profundizar su reflexión sobre el papel de la libertad de prensa, expresión y opinión en el fortalecimiento de los Estados Democráticos y de responsabilizar a sus gobernantes por las condiciones de inseguridad y violencia que afecten a todos aquellos que quieran ejercer estas libertades.

Credito
JUAN MANUEL GALÁN P. Senador

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