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Este episodio de la carrera por la presidencia de la república me recordó la famosa serie House of cards (versión estadounidense), en donde el Representante Francis Underwood hace de todo con tal de lograr la presidencia de ese país. No me cansaré de recordar que la política, la alta política, es la encargada de establecer los valores de una sociedad, y por supuesto, si esta hace de la corrupción un valor, siendo todo lo contrario, mejor apaguemos y vámonos.
A medida que pasan los días se escriben más párrafos de esta novela, el último tiene que ver con la pelea en la picota en donde, según nos cuenta la unidad investigativa de El Tiempo, se desató en las últimas horas una guerra de recriminaciones por cuenta de la visita de Juan Fernando Petro, el hermano del candidato presidencial Gustavo Petro, efectuada el pasado 8 de abril. El tema es tan grave que ni siquiera la bomba de humo que mandó el senador Iván Cepeda denunciando al presidente Iván Duque por participación en política les funcionó.
Vale la pena recordar la noticia de principios de este año cuando el País obtuvo 39 puntos sobre 100 posibles en el Índice para 2021. Colombia se ha mantenido por 10 años sin registrar “avances significativos”.
La corrupción permea todos los sectores sociales, por eso es que no se puede tolerar.
A finales del 2021, Transparencia por Colombia reveló un informe de corrupción ocurridos desde el año 2016 hasta 2020. Este arrojó que 44% de los incidentes detectados están relacionados con el ámbito administrativo, mientras que la política representa 27% de los episodios reportados. En cambio, la corrupción privada y la relacionada con el sector judicial representan, respectivamente, 19% y 10% de los eventos en el periodo en cuestión.
La corrupción les roba a los colombianos. Desde el año 2016 se estima que hubo comprometidos $92,77 billones. De este monto, dice el informe, se logró la recuperación de $4,94 billones, mientras que $13,67 billones se perdieron. La reforma tributaría recaudará 15,2 billones. Sin corrupción nos ahorraríamos la reforma tributaria.
El informe de Transparencia por Colombia concluye que el problema de la corrupción afecta a toda la población colombiana, pues impide la implementación de infraestructura, educación o el desarrollo de políticas públicas. En ese sentido, el informe subraya que los grupos más afectados por la problemática son el de los niños, niñas y adolescentes.
Claramente, durante la campaña, los candidatos, sin demagogia, deben decirnos qué esperar de ellos frente a este tema.
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