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Al pasar el tiempo, los desafíos para el Congreso son mayores, la sociedad necesita y reclama mucho más del poder legislativo. La democracia en países como el nuestro siempre está en riesgo, y ellos no solamente nos representan en el poder público, sino que también son el contrapeso del poder ejecutivo. Esta situación no es fácil por las implicaciones propias de un sistema presidencialista y por lo frágil que son las instituciones en países donde el estado ha sido capturado por fenómenos como la corrupción y el clientelismo.
La tarea para los congresistas del Tolima va en esta misma dirección, los tolimenses esperamos mucho de la nueva bancada. Sobre el desempeño de la bancada que se despide ya escribí en una anterior columna, obvio no voy a repetir, escribiré solamente que algunos estuvieron varios periodos y pasaron sin pena ni gloria, hicieron lo justo para mantenerse, tristemente hace mucho tiempo que los congresistas del Tolima no son protagonistas de primer orden en las cuestiones políticas del país.
Ahora bien, el éxito de los congresistas depende de varias cosas: la actividad legislativa, iniciativas y ponencias de proyectos de ley, la coherencia en la decisión de votar por los proyectos de ley frente a lo prometido en campaña electoral; el desempeño en la comisión permanente y la visibilidad en las plenarias; el control político que realice a los ministros y funcionarios, el liderazgo dentro de su partido para empujar iniciativas, y los escándalos que protagonicen.
Como todos los oficios, el de congresista sigue una curva de aprendizaje, entre más tiempo, mejor debería ser su desempeño. En lo personal creo que particularmente hay dos congresistas tolimenses que deberían brillar durante esta primera legislatura, no porque los otros no puedan hacerlo, sino porque estos particularmente tienen la experiencia para hacerlo bien desde el primer día. Me refiero al senador conservador Miguel Ángel Barreto y al representante del Centro Democrático Carlos Edward Osorio. Estoy convencido de que así será.
Ahora bien, todo indica que, de los 10 integrantes de la bancada tolimense en el Congreso, una senadora y dos representantes serán gobiernistas, otros dos senadores y cuatro representantes serán independientes y solo uno estará en oposición inteligente. Obviamente los roles dentro del Congreso serán diferentes para cada caso.
Son muchas las tareas de la bancada tolimense, a mi juicio la más importantes será defender los intereses de los tolimenses durante la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo y en la reforma tributaria. Desde esta columna estaremos pendientes de esto.
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