Para el éxito de la formulación del plan deberán tener en cuenta las demandas de la comunidad y las posibilidades presupuestales de cada localidad debido a que las necesidades son mayores que los recursos disponibles. Se necesita de parte de los mandatarios mucha creatividad.

Además es oportuno que el diseño y elaboración del plan se haga de manera participativa. Acordémonos que la participación es fundamento del actual Estado social de derecho colombiano.  

El diseño participativo de alternativas de soluciones a los problemas debe propiciar que los proyectos se ejecuten de la misma forma con el fin de empoderar a las comunidades. El éxito de los países desarrollados es el alto grado de sentido de pertenencia de sus ciudadanos.

En la mecánica de elaboración participativa del plan de desarrollo es clave para los gobiernos municipales y para la misma comunidad identificar aquellas poblaciones que deberán ser apoyadas, en especial las que por sus condiciones socioeconómicas se pueden clasificar como vulnerables; los niños, adolescentes y tercer edad, con el fin de formular proyectos que contribuyan a solucionar sus necesidades.

En dicho trabajo surgirán demandas con relación a programas sociales que involucren a los niños y jóvenes, al uso adecuado del tiempo libre, a la oferta de programas culturales, sociales y educativos, a programas de educación no formal, de apoyo a la formación en capital social, entre muchos otros.

En la formación de capital social como camino al empoderamiento y responsabilidad ciudadana es fundamental que la sociedad y en especial los niños y adolescentes se formen en valores.

Un proyecto que podrían adoptar los municipios es el desarrollado por la Universidad de Ibagué mediante el cual se forman futuros ciudadanos a través de las escuelas de formación deportiva.  

La filosofía de la escuela de formación en valores a través del deporte es que los hábitos aprendidos a temprana edad, asociados a prácticas deportivas en escuelas de formación deportiva, le permite al niño comprender su rol social y ciudadano. A través del juego, del descubrimiento personal se forman futuros ciudadanos que comprenden la disciplina como un valor para la superación personal y al respeto de las reglas como un valor indispensable para la convivencia ciudadana.

Una condición necesaria para que este proyecto funcione es que los padres y los profesores de los niños asuman un rol de primer orden en la ejecución del mismo. Se necesitan que los adultos asuman los valores como suyos y reflexionen permanentemente con sus hijos y alumnos sobre la importancia de estos.