El secuestro de cientos de colombianos, la muerte de inocentes durante tomas guerrilleras y atentados con explosivos, el asesinato de destacados líderes de la nación, y el reclutamiento forzado e ilegal de niños y jóvenes, entre muchas otras.

Todas estas atrocidades tienen un factor común; en algún momento se nos ha dicho que ya no ocurrirán más. Desafortunadamente, tristemente hay que decir que aun se presentan.

Así púes, cada vez que ocurre un nuevo caso de estos, los colombianos nos sorprendemos, hablamos de ellos, opinamos y los rechazamos, sin embargo, no los condenamos con la fuerza cívica y ciudadana que se debiera, seguimos con nuestra vida como si nada hubiera pasado, seguimos como si lo ocurrido no nos tocara.

Y es por este motivo que dichas tragedias se siguen presentando. Es por la falta de conciencia ciudadana que no logramos derrotar a los bandidos, es por la falta de fortalecer el carácter social y superar nuestra indiferencia que ellos pueden seguir delinquiendo.

Si reflexionamos con detalle, la verdad es que la mayoría de colombianos piensan que el problema no es de la nación sino del estado, se cree que la solución está en manos del gobierno, que la participación de la sociedad es inútil.

En mi opinión, actualmente, se desconoce que el soporte y la fuerza del estado se encuentran en el poder popular; aquel emanado por la gente, aquel que ha demostrado en otros países y en otros tiempos ser la base de la solución de problemas similares.

Sin lugar a dudas las actuaciones de los líderes políticos y de los propios Partidos políticos tienen mucho que ver en que esta situación se presente.  

En lo particular, después de ver al expresidente Uribe y al presidente Santos y escuchar sus opiniones sobre el manejo que el gobierno le debe dar a tales situaciones, y de leer las reacciones de los colombianos, pienso que se equivocan en el planteamiento de las soluciones al dejar por fuera la movilización popular mediante el fortalecimiento de la conciencia ciudadana.

También creo que el rol de los Partidos políticos de Colombia en estos momentos y en especial para estos casos es equivocado y errático.

La función de construir capital social y político en la nación ha sido dejada de lado. Los partidos no debieran conformarse con la expedición de comunicados cada vez que ocurre un secuestro o un atentado, tampoco pueden esperar que la solución este exclusivamente en el diseño de las instituciones legales, o del incremento de las penas para los delincuentes.

Es necesario fortalecer la conciencia ciudadana para que las instituciones y las actuaciones de los gobiernos sean lo suficientemente fuertes, es fundamental fortalecer aquellas cualidades sociales que le permitirá a la nación ganarle a los violentos y así alcanzar la libertad y la paz.