Senadores regionales

Colombia vive un clima no solo preelectoral, sino electoral, de cara a las elecciones de Congreso y Presidente de la República; los aspirantes al Senado y la Cámara de Representantes ya están recorriendo el país en busca de respaldos.

A la fecha, las propuestas de alto impacto son más bien pocas y lo que se escucha de parte de algunos es la promesa, en muchos casos de corto plazo, de apoyar con inversiones públicas obras prioritarias en los municipios, apuesta bien difícil y compleja de concretarse y que podría quemarlos por anticipado si estos no cumplen en los plazos dados. 

En el Tolima, a los senadores locales se les han sumado aspirantes que están visitando al Departamento, ya que encuentran en estas tierras oportunidades políticas para sumar votos, el potencial electoral es de 430 mil votos y los senadores tolimenses solo movilizan unos 90 mil votos.

Esta situación no es nueva. Desde que se instauró la circunscripción nacional para senadores en este departamento han sacado votos toda clase de candidatos de todos los Partidos. A los candidatos foráneos no les ha faltado apoyo. 

Ahora bien: al final de la historia siempre se escuchan las quejas de quienes se sienten utilizados por aquellos candidatos que habiendo sacado votos no vuelven a aparecer e incumplen sus promesas, también se escucha a algunos senadores diciendo que su compromiso era financiar las campañas. 

Vale la pena reconocer que así como hay senadores electos que por aquí no han vuelto, hay otros que han cumplido con su compromiso y se les ha visto acompañando algunos procesos locales e inclusive departamentales.

Esta realidad también aplica para los senadores oriundos del Tolima; ellos han buscado votos en otros departamentos para completar su mínimo electoral, de no hacerlo se quemarían, y se sabe que para esta campaña ya están visitando otros departamentos. Esta situación seguirá siendo natural desde que exista el senado de elección nacional.

En algunos foros y debates se escucha que es hora de asumir esa realidad y concretar unos mínimos para el apoyo a candidatos al Senado que sin ser de aquí por una u otra razón están en el propósito de representar y apoyar los intereses del Tolima.

Un primer mínimo podría ser, en el marco de los anhelados procesos de regionalización, que los candidatos tengan una propuesta regional para el desarrollo. No basta con ser vecino del departamento o tener un político local que lo apoye, se requiere que impulse proyectos regionales, ejemplos de esto son los ya diseñados proyectos del alto Magdalena, de la ecorregión del Eje Cafetero y de la región central. Lo otro es que si se les va a apoyar, el respaldo debe ser significativo, esto es que la votación debe ser alta, de tal manera que se cree responsabilidad electoral para ellos.

Ahora bien, lo anterior debe llamar a la reflexión sobre por qué solo el 20 por ciento del censo electoral departamental vota al Senado por los candidatos tolimenses y qué falta para que estos obtengan mayores apoyos.

Credito
JAIME EDUARDO REYES

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