Siria: entre intervención militar y solución política

Al observar los últimos videos que muestran el uso de armas químicas en Siria y los efectos de las mismas en la población civil el mundo no puede quedarse callado ni indiferente.

Saber que casi 11 mil menores han muerto desde que inició la guerra en ese país, que el total de víctimas mortales es de más de 100 mil personas y que son 4,2 millones los desplazados internos es suficiente para que los líderes del mundo tomen cartas en el asunto. Lo ocurrido allí no es otra cosa que un ataque horrible, que constituye una violación de la ley internacional, un crimen de guerra y contra la humanidad.

Sin embargo, la situación es demasiado compleja y el juego de intereses y poder mundial es bastante grande. 

Por causa de lo ocurrido en Siria, la política mundial está candente, Barack Obama lidera la posición de intervenir militarmente en dicho país, Rusia le hace contrapeso y hasta el Papa Francisco ayunó para evitar que allí se desate una guerra. Lo paradójico de esta situación es que el Premio Nobel de Paz desearía usar la vía militar en lugar de una salida política, en un mundo donde el negocio de las armas impone las agendas de las guerras en países con regímenes autoritarios y democracias débiles. 

En San Petersburgo, durante el encuentro del G-20, el mundo observó a los líderes de los países más poderosos del planeta discutiendo entre cenas y cocteles la suerte de un régimen político que según algunas pruebas usó armas químicas en contra de su propio pueblo. La sensación es que aquella época de la guerra fría está de vuelta, opinión que aumenta al conocerse los casos de espionaje hechos por los Estados Unidos a distintos presidentes y el asilo dado por el Kremlin al exconsultor de la Agencia Nacional de Seguridad Edwar Snowden.

El tema es tan importante y delicado que inclusive los países latinoamericanos tradicionalmente aliados a los Estados Unidos han pedido la ONU a través de su secretario General, Ban Ki-Moon, que “promueva el dialogo que ponga fin a las atrocidades vividas por la población siria como producto del enfrentamiento armado”. En otras palabras, usar la política y el dialogo para salir de la crisis vivida allí.

Aún así, tal y como están las cosas, parece inminente la intervención militar en Siria, lo que traería como consecuencia la caída del régimen de Al Assad o por lo menos el debilitamiento de este y la participación activa de Rusia y China en el conflicto originando un conflicto militar en toda la región de Oriente Medio. Ya estos países advirtieron que una intervención militar contra Siria podría tener consecuencias radioactivas catastróficas debido a la presencia de equipamientos nucleares en Damasco. 

Así las cosas, esta semana será de gran expectativa mundial y traerá consigo grandes debates alrededor del comercio de armas, los regímenes autoritarios y Estados Fallidos, y la legalidad y legitimidad de evitar crímenes contra la humanidad.

Credito
JAIME EDUARDO REYES

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