De los temas importantes, cero

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Ochos días después de la primera vuelta presidencial en nuestro país y faltando tan sólo 13 días para la segunda, nada que los temas importantes aparecen en la discusión pública de parte de los candidatos.

Seguimos en los “enreda-incautos” de siempre: que quién llegó a apoyar a quién, cuál fue el trino más duro del día, qué dice la última encuesta de intención de voto, que si Gaviria gritó más duro y dijo más mentiras que Uribe o Santos buscó camorra a Óscar Iván, y cómo va el cuento de la paz ‘narrado por nuestros corresponsales’, a diario desde Cuba como si fuera competencia ciclística.

A propósito de este último, tanta manoseadera de un lado y de otro, ha puesto en evidencia que hay un enorme interés de la clase política, de algunos medios capitalinos de vender como sea -y al precio que toque- ese tema, sin análisis de profundidad ni contenido. Casi que de manera mentirosa se ha tratado de llamar por grandes medios y opinadores a los diálogos con la guerrilla de las Farc en la Habana con el remoquete de Paz. Cuando lo que realmente se dará es un cese al conflicto armado con ese grupo, que sin duda alguna ha sido un distractor para concretar inversión en otros sectores, y traerá beneficios como menos colombianos mutilados por minas antipersona sembradas por las Farc, niños llevados a la guerra a la fuerza, viudas y huérfanos de policías y soldados y de cientos de familias colombianas.

Pero se tiene claro que la paz se construye, con o sin las Farc: con inversión social, redistribuyendo el ingreso, masificando la propiedad de la tierra, invirtiendo en educación y deporte para los jóvenes, construyendo más vías secundarias y terciarias, generando un sistema de salud sin intermediación, garantizando la mínimo vital para en el consumo de agua, promoviendo la seguridad alimentaria, eliminando las cadenas de intermediación a campesinos y asegurándoles insumos baratos e invirtiendo en ciencia y tecnología. De resto todo es un saludo a la bandera, por confundir lo que realmente es la paz con un cese al conflicto con grupo insurgente.

Decía que temas importantes como que la ONU haya establecido que en Colombia hay municipios y regiones donde la gente se muere de hambre, sin que ningún candidato -en especial el presidente en ejercicio- se despeine, es aterrador. Que se conozca cifras de que el feminicidio está disparado en las grandes ciudades del país sin un comentario, es inconcebible. Que se sepa que el control aéreo y comercial del caribe colombiano por encima de los 19 mil pies lo tiene Panamá y todos tranquilos, es inaudito. Que el robo a residencias, los atracos y hurto callejero parecen ganar la batalla a la Policía, sin que los candidatos digan “esta boca es mía”, es de no creer. Que hay cientos de municipios -y no perdidos en la geografía nacional- como Taganga y Arauquita, por ejemplo, sin acueducto hace más de un año y ni un comentario en Twitter con compromiso de campaña se lee de los candidatos, es inverosímil.

Y después preguntan que por qué la gente ya no le cree a los políticos. Por ahora, mejor seguir disfrutando de los triunfos de nuestros escarabajos y las de otros deportistas, que sí nos llenan de orgullo y a ellos sí se les cree.

Credito
NELSON GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ –GERSÁN-

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