Sin pausa continúa el proceso conducente a la celebración de los XX Juegos Nacionales en el 2015 que será una realización compartida entre los departamentos de Tolima y Chocó, así como los IV Juegos Paranacionales que será un compromiso solo del Tolima.

En días pasados la Corporación Autónoma Regional del Tolima Cortolima convocó a una mesa ciudadana ambiental para analizar, bajo los criterios de expertos, el proyecto de explotación minera de La Colosa.

Lo inimaginable ha ocurrido: el sector más institucionalizado se ha alzado contra sus propias instituciones y del primer día de confrontación hubo más de 30 heridos entre manifestantes y policías. Lo más grave de todo es que no se vislumbra solución alguna y las partes están polarizadas.

Las reacciones no se han hecho esperar y el vocero de las sociedades científicas ha manifestado su complacencia por la cercanía de la reforma y se declara a la expectativa de lo que contenga en definitiva y de la posibilidad de participar en ella con sugerencias, recomendaciones, reclamos y asesoría.

Sobra repetir que por más crudas que sean las circunstancias que se padecen en algunas regiones por cuenta de la decisión de realizar los contactos en medio de las hostilidades, estas fueron las condiciones acordadas y a ellas se han apegado las partes.

Solo resta ver que quienes investigaron y detectaron la podredumbre interna se conviertan en acusados y tengan que dedicar su tiempo y recursos para defenderse de los investigados.

El abogado Ibáñez se vio forzado a renunciar por los que- dice él- fueron vetos de un sector de las fuerzas militares y de los militares en retiro, a más de amenazas de las que no identificó su procedencia

La paz ha de ser consecuencia del éxito de tales tareas y del grado de compromiso de las mayorías a una alianza que solo significa justicia y equidad en sustitución de la barbarie, la intolerancia y la violencia.

Simultáneamente proceder a estructurar sobre la marcha un equipo de técnicos de enorme calidad profesional y ética, para aplicar la legislación y proteger los intereses de Colombia y sus habitantes no solo económicos sino primordialmente ambientales. La alternativa es una catástrofe inimaginable.

Tal sistema fue contratado en Medellín lo que lleva a la obligada pregunta de si en la ciudad no existen acaso facultades de sistemas o empresas especializadas en tales temas que, al menos, tendrían el ingrediente de cercanía para resolver los problemas y atender con prontitud los inconvenientes.