El ‘Amparo’ de Luis H.

FOTOS JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
El éxito del matrimonio Rodríguez Noreña ha radicado en el amor, la comunicación y el no dar cabida a la posesión sobre el otro.

Luz Amparo Noreña Duque se convirtió hace ocho días en la gestora Social de Ibagué, pero desde hace 32 años es la ‘primera dama’ en el corazón del burgomaestre Luis H. Rodríguez.

Ella que por amor, confianza en su pareja y un marcado sentido de colaboración a sus semejantes, hizo un receso en su profesión para dedicarse de tiempo completo a cumplir las funciones que le esperan como la esposa del Alcalde de la Capital Musical, advirtió que no le teme a las críticas y que sus coterráneos jamás podrán esperar falsedad de su parte.


Noreña Duque se muestra absolutamente orgullosa de su esposo; sin embargo, le atribuye su triunfo a dos factores, el primero y quizá el de mayor peso, a la ‘estampida roja’, el apoyo del Partido Liberal; así como al cariño que éste se ganó del pueblo, tras dos intentos fallidos.


Lo anterior, según ella, debido a que Ibagué sigue siendo demasiado liberal. “Gracias a Dios el Partido lo apoyó”, anota.


A la vez que confiesa que fue la primera en decirle después de la segunda derrota electoral a Luis H. que no volviera a la contienda.


¿Quién es la dama?
La nueva Gestora Social Municipal es una diseñadora textil, egresada de Taller 5 de Bogotá, que en febrero retomará sus estudios de Derecho en la Universidad Cooperativa de Colombia, luego de un receso de dos semestres.

Es hija de Celiar Noreña (q.e.p.d.) y Amparo Duque de Noreña, padres de cinco hijos más, tres mujeres y dos varones, de quienes heredó su espíritu de servicio, rectitud y respeto a los demás, valores que asegura ha fomentado en su descendencia: Daniela, de 18 años; Tatiana, de 16, y Luis H., de 12.


En el ámbito laboral es reconocida por su trabajo como representante de Colmena, Vida y Riesgos Profesionales, durante los últimos 13 años; compañía en la que precisamente la ‘espinita del Derecho le picó’, mientras asistía a juzgados para citaciones de demandas y conciliaciones.


Su hoja de vida también la engrosa su corta etapa como empresaria y vendedora de propiedades, ya que al graduarse de diseño montó, en Ibagué, una microempresa de telares, cuyos resultados obtenidos la llevaron a cerrarla poco tiempo después, para dedicarse a las ventas de propiedad raíz, con el grupo Las Arcas.


De allí ingresó a la inmobiliaria Tolima, de Rafael Arias, de la que pasó a Actuar Tolima, tras la avalancha de Armero.


En Actuar los telares regresaron a su vida, pues dicha entidad la contrató como instructora para capacitar a un grupo de mujeres sobreviviente de la tragedia.   


“Fue una experiencia maravillosa, yo era muy joven y las personas a las que les enseñaba eran adultas.


 “El trabajo se efectuó en donde ahora es la plaza del Jardín; cuando llegamos había una bodega de la que sacamos hasta arañas peludas”, recuerda con satisfacción, pues aún sus alumnas viven agradecidas.


De esa compañía, Luz Amparo Noreña salió hacia Carvajal S.A., donde, dice, le enseñaron hacer las cosas bien.

“Estando allí me retiré porque iba a cambiar mi rumbo, al ser la directora comercial de la Gran Colombiana de Seguros, pero cuando me hicieron las pruebas para el ingreso me dí cuenta de que estaba embarazada de mi segunda hija, hasta ahí llegó ese proyecto; me dediqué a mi casa, y cuando estaba juiciosa me llamaron de Celumóvil, hoy Movistar, y finalmente ingresé a Colmena, empresa a la que le debo muchísimo”, menciona.

Credito
EL NUEVO DÍA

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