Las palabras desobligantes proferidas por Jaramillo, en contra de nuestra periodista Claudia Melo, a quien tildó de “chiquita y enredadora”, hacen parte de ese tipo de acciones machistas e insultantes contra la mujer, que Colombia tiene que erradicar, así como también se deben eliminar aquellos discursos contra la prensa, en los que han caído varios políticos de la esfera nacional y mundial.

Ya no hay Chavismo, ni chavistas, y si los hay, ya no están en Venezuela. Hoy viven cómodos desde el exilio que muchas veces criticaron.

Por ahora, la Procuraduría y la Contraloría abrieron investigaciones, de las cuales todo el país espera surja algún efecto, pues pareciera que ni Carrasquilla va a renunciar, ni el presidente Duque lo va a despedir como manifestara recientemente, ni mucho menos la moción de censura tendrá éxito. Mientras tanto, algunos municipios siguen sin acueducto y agua potable.

Aunque en este caso, la victima principal es una mujer, ha hecho falta enfatizar, que aunque en menor proporción, también hay hombres que viven infiernos con sus parejas mujeres, siendo maltratados constantemente, sin que se denuncie o pase algo, por el simple hecho de que es vergonzoso, o porque si se pone una denuncia, el policía que la reciba, muy seguramente se va a burlar de él.

La venganza, la polarización, y el aumento de los odios, acaban protagonizando dolorosos episodios, como una cadena de infortunios que parecieran no tener fin.

Aunque corto fue el tiempo en el que el nuevo embajador estuvo en la Universidad de Ibagué, logró sacar adelante varios proyectos, y trabajar en los que estaban a media marcha, como el plan de desarrollo institucional, el plan de desarrollo físico, y el proceso de autoevaluación con fines de acreditación.

¿Será suficiente un año que queda de gobierno Jaramillo, para recaudar dinero, licitar obras, y sobre todo entregarlas? ¿Vale la pena endeudar al municipio, y subirle los impuestos ad portas de una campaña política, a sabiendas que los escenarios, por simple y llano cálculo, no estarán listos en lo que queda de gobierno?

Lejos está el día en que la educación superior en Colombia sea gratuita para todos, como ocurre en otros países, pero mientras eso sucede, bien recibido será incluso por las mismas universidades privadas, el fortalecimiento de las universidades públicas, y el apoyo de las privadas en programas especiales.

Fechas como esas, en una ciudad como Ibagué, en donde el trabajo informal y las ventas ambulantes son mayorías, de entrada, terminan echándole una manito a muchos, quienes, en la Tercera, y otras calles del Centro, aguardan los compradores, tal y como ocurrió el mes pasado con las cometas.

Más de 20 años han pasado desde la muerte de Pablo Escobar, pero en Colombia no hemos podido superar el estigma del narcotráfico, y mucho menos lo haremos, mientras se siga haciendo apología a personajes como esos, en documentales, películas y series, como la recién estrenada por RCN “La Esquina del Diablo”, y mientras la droga siga siendo, factor de negocio, no solo en Colombia