El Ministerio de Educación Nacional le tiene levantada una bandera amarilla al Tolima, en municipios no certificados, por su desempeño educativo en cuanto a la mayor parte de los indicadores hacia  2011.

Por su parte, Unicef Colombia ubica al Tolima (incluyendo Ibagué) en el puesto 17 entre los departamentos con la situación educativa más crítica, que encabeza Chocó. Según este organismo internacional, el Tolima tiene a cuatro de sus municipios en  el grupo de aquellos que en Colombia cuenta con más de nueve indicadores educativos  en peores condiciones que el promedio nacional.

Son estos algunos de los datos  que ha contemplado el MEN para aplicar sobre el Tolima “estrategias diferenciales” de intervención sobre los 46 municipios no certificados, que son de la responsabilidad de la Gobernación en aspectos educativos.

Pero estas palabras iniciales las incluyo para decir que 11 organizaciones privadas que se unen para elaborar informes sobre el estado de la educación en las entidades territoriales tienen en circulación el documento ¿Qué dicen los indicadores?, correspondiente al Tolima y sus municipios no certificados. Se trata de una visión panorámica y una mirada externa sobre cómo evolucionó el sistema escolar en el Departamento durante los dos cuatrienios del presidente Álvaro Uribe, con cortes de  datos en 2002, 2006 y 2010.

Aquí sólo registro análisis relacionados con cobertura y eficiencia escolar. La  información comienza por decir que la matrícula total tuvo incrementos, no así la oficial que decreció en el último cuatrienio.

“En el sector oficial la matrícula atendida se incrementa en 10 mil 705 estudiantes entre 2002 y 2006. En la segunda mitad del período estudiado, la matrícula baja en dos mil 886 estudiantes. En primaria, la población atendida disminuye durante todo el período, concentrándose su caída entre 2006 y 2010”, dice el informe de Educación Compromiso de Todos (2012. Pág.10).

Para destacar está el hecho de que la tasa neta de escolarización se incrementó en un 24.2 por ciento en el grado de transición de preescolar para infantes de cinco años de edad; también subió la tasa neta de secundaria (grados sexto a noveno) en  un 21 por ciento pero, en primaria, éste indicador disminuye 10.5 por ciento entre 2002 y 2010.

DESERCIÓN Y REPITENCIA
Se analizan datos sobre deserción intraanual, repitencia y extraedad, indicadores válidos para evaluar la evolución de la eficiencia interna del sistema escolar en los 46 municipios no certificados. El informe señala que la deserción tiende a disminuir en todos los niveles educativos, pero ésta es mayor en las instituciones educativas oficiales. Con respecto al nivel educativo que agrupa el mayor volumen de matrícula, la primaria, dice: “El porcentaje de estudiantes que abandonan sus estudios durante el año escolar disminuye 0.4 puntos porcentuales durante la primera mitad del período analizado. Durante la segunda mitad este porcentaje disminuye 3.2 puntos porcentuales” (pág. 14).

Entre 2002 y 2009, la repitencia ha disminuido considerablemente en primaria, al pasar de un 10.5 por ciento en 2002 a 2.5 en 2009 en los establecimientos oficiales. Pero es pertinente destacar que en los colegios privados, estadísticamente la repitencia llegó a cero en éste último año. En el nivel de educación media se registra una ligera tendencia al aumento de la repitencia, que fue del 2.2 por ciento en los establecimientos educativos oficiales y del 0.5 en los privados.

EL FENÓMENO DE LA EXTRAEDAD
Un sistema escolar es igualmente ineficiente cuando los infantes y adolescentes no acceden a las aulas a las edades establecidas para cada nivel educativo, fenómeno conocido como extraedad. La convivencia entre estudiantes con amplias diferencias en edad genera conflictos de interrelaciones en el ámbito escolar; entonces, lo ideal fuere que éstos llegaran a las aulas en edades similares.

Lo que dicen las cifras es que el nivel de Educación Media (grados 10 y 11) es el que reporta mayor extraedad en sus estudiantes. La tasa de extraedad para este nivel educativo era del 40 por ciento en 2002 y bajó ligeramente a 37, ocho años después. En secundaria pasó del 22 al 29 por ciento en este período; en primaria era del 16 por ciento en el 2002 y pasó a ser del 28 por ciento en el 2010. Se trata de un fenómeno que tiende a crecer. En relación con la edad, los estudiantes están llegando tarde a las aulas.