La educación, mirada por la española María José

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Es una universidad de más de 15 mil 661 estudiantes, en Tenerife, la isla más grande entre las siete que integran las Islas Canarias.

Desde la Universidad La Laguna en las Islas Canarias de España, llegó hasta Ibagué María José Guerra Palmero, profesora titular de filosofía  e investigadora en dicha universidad, donde se ofrecen 51 doctorados. Es una universidad de más de 15 mil 661 estudiantes, en Tenerife, la isla más grande entre las siete que integran las Islas Canarias.

María José orientó un  seminario sobre ciudadanía del cual fueron destinatarios los 15 profesionales de diferentes disciplinas que cursan el último tramo de su doctorado en Educación, de Rudecolombia en el Cade de la Universidad del Tolima.

La teoría feminista,  la ciudadanía, los temas de política y educación, han sido objeto de estudio de esta investigadora y sobre ellos versó su reflexiones ante los doctorantes de Ibagué, en  la semana anterior.

EL NUEVO DÍA dialogó sobre asuntos relacionados con la Convivencia Escolar, el modelo de formación por competencias y otros.

EL NUEVO DÍA: El tema de la Convivencia Escolar está de moda debido a la creación en Colombia del Sistema Nacional de Convivencia Escolar a través de una ley de marzo pasado. ¿Cómo se desarrolla este tema en España?

MARÍA JOSÉ GUERRA PALMERO: Creo que es una preocupación no sólo de Colombia sino de muchos otros países. La opinión pública es cada vez más sensible ante la violencia, las coacciones, las amenazas que se dan en ámbitos escolares. Esto se puede plantear como un derecho humano. La escuela tiene un papel decisivo en aprender a convivir y efectivamente eso que se llama intimidación o acoso escolar  que antes podía pasar desapercibido, ahora es un tema de alarma, en la comunidad educativa. También en España hay una sensibilidad creciente sobre estos asuntos. Ha habido casos en que el acoso  ha llevado a muchachos al suicidio,  de adolescentes que se han suicidado por acoso homofóbico. Así que hay un debate y una sensibilización en torno a cosas que han existido siempre, pero que no se les prestaba atención;  que han causado mucho sufrimiento en los sujetos.

END: En Colombia le damos mucha importancia a la norma; se expiden  con la ilusión de que expedida la ley o el decreto, se solucionan problemas de convivencia escolar, por ejemplo.

MJGP: Posiblemente exista exceso reglamentista y quizás a veces la prevención del fenómeno tenga que hacerse con otro tipo de estrategias. Estrategias específicas para identificar esas conductas como no deseables, y que haya un rechazo de toda la comunidad escolar. Yo creo que el derecho a vivir una vida sin violencia,  es un derecho básico. En España hemos tenido un debate amplio sobre la violencia de género porque todos los años hay estadísticas escalofriantes de mujeres que mueren asesinadas por sus parejas o exparejas”.

El conflicto escolar

END: En Colombia es común ver el conflicto escolar como algo patológico que se debe sancionar…

MJGP: Creo que ahí pesa la historia política del país y que en ese sentido es algo a abordar. Estoy de acuerdo en que la mera penalización no es una estrategia efectiva y que construir una cultura de la paz, es algo que requiere de otra estrategia. Esto es realmente difícil para la escuela en una sociedad en donde medios de comunicación y videojuegos, enaltecen la violencia y además ligado a modelos de masculinidad o inspirados en lo militar, eso de potenciar al más fuerte o al que domine las armas. Creo que es un tema muy complejo que necesita muchos análisis  en el terreno escolar. Un exceso punitivo de penalización no  debe ser lo más adecuado”.

END: Otro de los modelos de nuestro sistema escolar es la educación por competencias. Cree que el modelo de competencias sea el adecuado para los procesos de formación de nuestras juventud?

MJGP: Es una pregunta muy compleja. El modelo de competencias se ha generalizado en todo el mundo. En España desde luego, programamos y evaluamos conforme a competencias. Hay un debate enorme sobre cómo hacerlo y quizás podemos hacerle muchas críticas. Sobre todo porque el modelo se acompaña de un intento de cuantificación absolutamente de todo. A mí me gusta el concepto de capacidades. Creo que hay que incrementar la formación para la ciudadanía, no podemos esperar que llegado a la mayoría de edad los chicos sean ciudadanos responsables si  no han incorporado en su formación el desarrollo de las capacidades críticas, argumentativas; que hayan aprendido a formar su propio juicio al margen de las presiones sociales de todo tipo  para poder vivir con autonomía”. 

Credito
LUIS EDUARDO CHAMORRO RODRÍGUEZ Especial para El Nuevo Día

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