Tanto odio
¿Qué se debe tener en la cabeza para acabar con la vida de alguien solo porque salió a la calle con la camiseta del equipo rival al de uno? Nada, tal vez un poco de aire para amortiguar el eco, pero en esencia sólo estamos frente a un gran recipiente hueco y hermético donde no hay cabida ni siquiera para el sentido común.