El molino de arroz en Lérida es necesario

Jaime Eduardo Reyes

Con más de diez años trabajando en el municipio de Lérida, el molino de arroz del grupo empresarial Arroz Diana dejará de realizar procesos de trilla y empaquetado, para dedicarse única y exclusivamente a la recepción y despacho de materia prima. El cierre del 80 por ciento de sus operaciones dejará desempleadas a 50 personas que trabajan directamente en el molino y afectará cientos de empleos indirectos en la región. 
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El grupo Diana es una de las empresas de origen tolimense más importantes en la historia del departamento, muchos nos atrevemos a decir que es un orgullo de la región. Es innegable la positiva dinámica de la operación de la empresa en procesos de asistencia técnica, financiación para la siembra de cultivos, compra de agroinsumos, y compra de cosechas.   

Por eso, el cierre de las operaciones del molino de Arroz Diana en el municipio de Lérida es un duro golpe para la economía de ese municipio, la noticia es realmente lamentable, no sólo para las personas que perderán su empleo, sino también para las dinámicas económicas y sociales de la región. 

Existen cientos de estudios que muestran que la industria manufacturera es el motor del crecimiento económico de regiones como el norte del Tolima, a tal punto que empresas como el molino de Arroz Diana son polos de desarrollo para varios municipios vecinos.

Por eso cuando se anuncia el cierre de una empresa tan importante como esta en un municipio como Lérida se debe hacer todo lo posible para evitarlo, se debe apoyar a la empresa, apoyándola se apoya a centenares de familias.

Al conocer la opinión del presidente de la Cámara de Comercio de Honda, William Calderón, la inconformidad de algunos miembros de la comunidad está relacionada con el plan básico de ordenamiento territorial.

Así las cosas, el Comité de Gremios Económicos del Tolima debe ponerse al frente de la tarea de buscar una salida a esta situación. El departamento, y en especial esta zona del Tolima, no se puede dar el lujo de perder industrias manufactureras. 

Por supuesto, también es necesario que el gobierno municipal de Lérida asuma un papel protagónico en la búsqueda de la reapertura del molino y trabaje por que la empresa mantenga su operación en el municipio. 

La noticia y en particular el comunicado de prensa nos permite conocer que esta decisión se tomó luego de agotar múltiples acercamientos que buscaban solucionar las diferencias con algunos representantes de la comunidad, quienes decidieron emprender actuaciones judiciales y sociales en contra de la operación de la planta, por lo que es clave que se encuentre un punto medio entre las demandas de la comunidad, la norma, y las posibilidades de la empresa que satisfaga las necesidades de todos. 

Urge un acuerdo que deje conforme a la comunidad y que le permita a la empresa reconsiderar su posición y así retomar la operación del molino. 

JAIME EDUARDO REYES.

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