Como la espuma

Ahora se sabe que a más de Interbolsa, Fabricato y la Bolsa Mercantil, también se manipuló el precio de las acciones de Coltejer, Odinsa (la concesionaria del aeropuerto Eldorado de la que fue gerente el exministro Luis Fernando Jaramillo, socio de la comisionista y hermano de Rodrigo el gerente de la firma) y también de una productora de helados.

No para de crecer el escándalo de Interbolsa, la mayor comisionista bursátil del país, pues a medida que los organismos de control profundizan en el asunto se encuentran nuevas irregularidades, más cuantiosas manipulaciones y se traslapan otras sociedades en el saqueo.

Los últimos en pronunciarse han sido el Procurador Alejandro Ordóñez que lo califica de "pirámide de estrato seis" y el representante a la Cámara Simón Gaviria que ha denunciado las ramificaciones de la comisionista y sus accionistas en vericuetos gubernamentales y con funcionarios de la más alta jerarquía, el retiro apresurado de fondos depositados en Interbolsa por cuenta de información privilegiada, los subsidios estatales a socios de Proyectar e Interbolsa y la fijación fraudulenta del precio de acciones de un numeroso grupo de empresas de lo que no se tenía conocimiento.

El seguimiento a todo lo que se va conociendo casi se ha convertido en una especialidad y la multiplicación de protagonistas y comparsas, digna de novela rusa, permite hacer un frondoso árbol de manipulación.

A escena entra el inefable exministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias (aunque como es usual todo lo niega) y se encuentra que es amigo de infancia y compañero de universidad de Tomás Jaramillo (uno de los protagonistas del tinglado); que a Víctor Maldonado (otro de los implicados) y sus empresas se les facilitó dinero subsidiado por el Ministerio de Agricultura por 2.5 millardos de pesos y que una de las empresas cuyo precio en la Bolsa se manipuló fue la Bolsa Mercantil (la antigua Bolsa Nacional Agropecuaria) en la que el Ministerio poseía cerca del 20 por ciento de las acciones.

Al ruedo también saltaron el exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, el viceministro de esa cartera y dos o tres altos funcionarios del ramo, que estuvieron vinculados a Interbolsa, tuvieron la precaución de declararse impedidos para alejarse del enredo y, como en el caso de Echeverry, dejaron intempestivamente su cargo antes de que explotara el escándalo.

Ahora se sabe que a más de Interbolsa, Fabricato y la Bolsa Mercantil, también se manipuló el precio de las acciones de Coltejer,  Odinsa (la concesionaria del aeropuerto Eldorado de la que fue gerente el exministro Luis Fernando Jaramillo, socio de la comisionista y hermano de Rodrigo el gerente de la firma) y también de una productora de helados.

Las compañías relacionadas con Interbolsa y basadas en el extranjero, como el tristemente célebre fondo Premium de Aruba tiene un entramado de operadores, aportantes, beneficiarios y controladores que en la medida en que se dilucida va dando cuenta de un enroque en el que unas y otras fichas hacen parte del mismo esquema de manipulaciones e irregularidades.

Eso que no se han conocido la identidad de quienes depositaron fondos en las compañías situadas en paraísos fiscales, cuál es el origen de esos fondos y la razón por la cual no están registrados ni tributan al fisco colombiano.

Mientras tanto la panda de estafadores se muestra tranquila, nadie los perturba y niega su culpabilidad en el escándalo y las irregularidades que se pasan por el lomo todo el ordenamiento legal bursátil y financiero.


EL NUEVO DÍA

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