Cuentos del río

La última vez que se hizo algo concreto con relación al río fue en un proyecto turístico para el que se construyó un barco que habría de prestar el servicio entre Girardot y Flandes y Ambalema.

Por enésima vez el Gobierno nacional anuncia la intervención en el río Magdalena que lo hará navegable entre Puerto Salgar y Barranquilla.

Desde mediados del siglo pasado cuando los vapores que movían pasajeros y carga en la principal arteria fluvial desaparecieron por cuenta de la competencia de ferrocarriles y camiones han sido incontables las promesas de los gobernantes de turno acerca de la inminente reivindicación del río madre. Por cierto, un similar número de anuncios señala que muy pronto se llevarán a cabo los trabajos de saneamiento del río principiando con la limpieza de su principal contaminante: el río Bogotá. Esta propuesta ha corrido la misma suerte de la intervención de la navegación, vale decir siempre ha pasado a la buhardilla donde se acumulan las promesas incumplidas.

El tema ha dado para todo al punto de que un político tolimense instaló una valla dándose las gracias por la rehabilitación del río Magdalena, el ferrocarril y el Triángulo del Tolima.

Pues bien, en esta ocasión y tras más de un año y medio de estudios para estructurar un proyecto que incluye el dragado y el mantenimiento de las orillas en un trayecto total de 908 kilómetros.

El costo total de la obra que se entregará en concesión es de 2.3 billones de pesos que a la vez debe generar proyectos complementarios y dinamizará inversiones en otros modos de transporte relacionados que, se calcula, moverán entre todos seis millones de toneladas anuales.

La última vez que se hizo algo concreto con relación al río fue en un proyecto turístico para el que se construyó un barco que habría de prestar el servicio entre Girardot y Flandes y Ambalema. Lamentablemente, y como acontece a menudo, el contrato fue adjudicado a unos talleres de Medellín cuya experiencia como armadores era nula y el resultado fue un artefacto que si acaso hizo un par de viajes y se retiró del servicio por temor a un naufragio y se ignora cuál fue su destino. El anuncio gubernamental indica que a mediados del mes se hará la adjudicación para la que solo un consorcio ha presentado propuesta económica. Amanecerá y veremos.

REDACCIÓN EDITORIAL

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