Segundo período

El gabinete todavía no se completa pues, más que todo, el tiempo se ha ido en reubicar o ratificar a los de más cercanía y queda mucha filigrana política por elaborar para dar gusto a la variopinta coalición que salió avante en la segunda vuelta: por lo anterior, solo el próximo lunes se estará culminando tan crucial tarea.

Se inicia la segunda parte del gobierno de Juan Manuel Santos tras un accidentada reelección y la presencia en la Vicepresidencia de un potencial candidato a la sucesión con votos y hoja de vida destacada como Germán Vargas Lleras.

El inicio del nuevo período reúne no pocas decepciones por lo que no se logró consolidar y muchas expectativas sobre reformas y ejecutorias que reclama el país y que se convirtieron, muchas de ellas, en promesas de campaña.

La nueva administración (si así se puede llamar) ha de encontrar una organizada oposición que intentará poner zancadilla a toda iniciativa gubernamental y para el efecto hará uso de cualquier expediente, desde alianzas inverosímiles y chantaje a quienes les conocen el pasado, hasta actitudes que más tienen que ver con la falta de urbanidad y buenas maneras.

Al besamanos han acudido desde reyes abdicados hasta viejos enemigos transmutados en mejores amigos y toda clase de presidentes, primeros ministros, secretarios de organismos internacionales y cancilleres a tutiplén.

El gabinete todavía no se completa pues, más que todo, el tiempo se ha ido en reubicar o ratificar a los de más cercanía y queda mucha filigrana política por elaborar para dar gusto a la variopinta coalición que salió avante en la segunda vuelta: por lo anterior, solo el próximo lunes se estará culminando tan crucial tarea y se sabrá quienes han quedado contentos y cuáles arrancan el cuatrienio con mal sabor en la boca.

Los que ya anunciaron que van a estar ausentes en la posesión son los del Centro Democrático, que buscan con la bravuconada repetir la actitud vista en la posesión del Congreso cuando no se levantaron a la llegada del Presidente. Muchos dirán que así se le evita al país la exhibición en el Congreso de miembros de la familia Ochoa Vásquez, Escobar Gaviria, Gaviria Rivero; de la esposa de un exdirector de la Dirección Nacional de Estupefacientes, de hijos de promotores de los paramilitares, conversos guerrilleros del M-19, beneficiarias de Agro Ingreso Seguro, declaradas partidarias del nacional socialismo, herederos de los depredadores del erario en el gobierno de Rojas pinilla y residuos de la Edad Media que retan a duelo. A lo mejor el país se ahorra otro bochorno.

REDACCIÓN EDITORIAL

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