Pensando en grande

Es de esperar que tan deslumbrante ejecutoria sea llevada a cabo bajo la conocida previsión de la que hace gala la Administración y se encomiende a los usuales y experimentados contratistas reconocidos por su pericia, eficacia y velocidad.

Mientras en Medellín están debatiendo la financiación de un cuarto sistema de transporte masivo (en esta ocasión el tranvía), en Montería se ha de inaugurar la hermosa intervención ejecutada por la administración en la ronda del Sinú y en Bucaramanga la familia Aguilar se ufana de poner en funcionamiento el llamado Santísimo (de dudoso gusto y utilidad pero llamado a atraer multitudes), por estas coordenadas se anuncia la realización de la primera de varias megaobras.

En efecto, para asombro de propios y extraños la Administración municipal ha dado a conocer que en pocos días (¿15 acaso?) se iniciará la remodelación de los andenes de las calles 12 y 13 entre carreras Segunda y Tercera, evento de renovación urbana que obligará a la remoción temporal de los vendedores ambulantes que hoy ocupan tales elementos de espacio público y que, a no dudarlo, tomarán para sí (eso sí permanentemente) las pocas áreas aún no ocupadas como ya se advierte en la calle 11 entre carreras Tercera y Cuarta, de esta Villa de San Bonifacio.

Es de esperar que tan deslumbrante ejecutoria sea llevada a cabo bajo la conocida previsión de la que hace gala la Administración y se encomiende a los usuales y experimentados contratistas reconocidos por su pericia, eficacia y velocidad.

Seguramente al terminar la faraónica tarea (dentro de los presupuestos y acorde con todas las especificaciones del contrato) y tras las consabidas adiciones gestionadas por el insigne emprendedor Arciniegas, tendrá oportunidad el nuevo burgomaestre (¿Pompilio, Ésper?) de iniciar el complemento de la obra, que partirá en dos la historia del desarrollo de Ibagué, al tapar el primer hueco de las calles del mismo sector donde hoy se planea reparar los andenes.

Por supuesto, esa administración no pecará de ambiciosa y dejará para el tercer período de Rubén Darío la instalación oficial del boalar de la carrera Tercera, que ya cuenta con jumentos, vacunos y ánades y en la que, sin duda, contará con el apoyo del siempre indispensable secretario de Gobierno, Gustavo Hernández, quien podrá aportar su experiencia en la adquisición del lote y construcción del coso municipal.

REDACCIÓN EDITORIAL

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