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Ubicada en el parque infantil del barrio 20 de julio, este punto evoca gratas reminiscencias para muchos ibaguereños, quienes allí volaban cometa, jugaban a los bandoleros y comían paleta. No obstante, de un tiempo a la fecha, el olvido se apoderó de él.
Sin embargo, en el marco del Plan Ayacucho, diversas entidades comenzaron a unir sus esfuerzos en una jornada de limpieza y embellecimiento del cerro.
“Es un honor seguir con la huella histórica de protección de la vida y del medio ambiente a través de la recuperación del cerro Pan de Azúcar. Estas jornadas son un pequeño escalón en la posibilidad de transformar el cerro en un lugar turístico y de desarrollo para la región. Nuestro compromiso es trabajar en proyectos que le permitan al ciudadano generar recursos propios de su cultura y de su municipio”, explicó el mayor Edgar Ricardo Chisco Porras, segundo comandante del Batallón de Apoyo de Acción Integral y Desarrollo N.°5.
Un proyecto
Con esta acción, se busca marcar el inicio de un plan articulado por parte de varios organismos públicos, para garantizar así una completa recuperación del santuario, tal y como viene siendo prometido desde hace un tiempo. Es el caso de la declaración realizada por el alcalde Hurtado, en el marco de la audiencia de rendición de cuentas de su administración, el pasado lunes 12 de diciembre.
En su intervención, el burgomaestre aseguró que además de haber entregado 23 parques, tiene en el ‘sonajero’ la construcción de nuevos espacios, como la modernización del ‘Dog Park’ y un ambicioso proyecto en el cerro Pan de Azúcar.
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Sobre este último, en los planes estará convertir este punto en un gran atractivo turístico, por medio de la instalación del primer mirador urbano público de Ibagué, pues su ubicación privilegiada lo convertiría en un centro de interés para los locales y visitantes.
¿Cómo será?
Si bien aún faltan muchos detalles sobre la inversión que realizará la alcaldía, lo que sí es seguro, es que el cerro Pan de Azúcar contará con tres miradores con vista a distintos sectores de la ciudad, los cuales son: El Cañón del Combeima, la zona centro y los escenarios deportivos.
“Tenemos la certeza de que esto va a permitir que se reactive la economía en los barrios aledaños, pues las tiendas podrán vender mucho más y seguramente habrán personas interesadas en abrir negocios por la zona. Asimismo, hemos estado proponiendo que se haga un embellecimiento de fachadas, buscando que la gente que entre al cerro pueda ver una casas acordes a la temática del santuario”, comentó Edward Tovar, uno de los líderes de la zona.
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