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El pasado sábado se registró en este diario como los atracos han ido en aumento, dos casos, uno en Mafia Store, un local de venta de celulares y accesorios, y ropa, a las 8:40 a.m. en el centro de la ciudad en la carrera Tercera con calle 15 en donde se robaron 25 celulares y un computador, más de 40 millones de pesos. Es evidente que el reclamo de los comerciantes es justo, se necesita más apoyo de las autoridades, es realmente cuestionable que estos hechos ocurran en pleno Centro de la ciudad a tan temprana hora del día. No debería ocurrir a ninguna hora y en ningún sitio.
El otro caso ocurrió el pasado viernes, contra la empresa de confecciones I love My Style, en donde se robaron equipos, computadores, maquinaria, dinero, mercancía. El reclamo de la empresaria es tan oportuno como desgarrador, “es muy duro ser empresario y encontrarnos con este tipo de situación”. Efectivamente, es muy frustrante que una persona trabaje honestamente y que pierda su capital de esta forma.
El hurto a la vivienda de un concejal de Ibagué en el barrio Piedrapintada en donde más de seis sujetos en motocicletas hacia las 7 de la noche se llevaron dinero en efectivo, dólares, electrodomésticos y computadores fue otro de los casos más sonados esta última semana. Las declaraciones del concejal expresan una opinión que hoy muchos comparten, “esta es la repercusión del sistema de seguridad que se está implantando hoy en Colombia. Estamos siendo permisivos con todas esas bandas delincuenciales, estas bandas organizadas”. Efectivamente este caso y los anteriores indican que hay en Ibagué una buena cantidad de bandas que están haciendo de las suyas en la ciudad.
Y por los barrios también se observan como los delincuentes están robando a transeúntes y vecinos. Parejas en motocicletas, conducidas por mujeres con parrilleros hombres, atracan a personas que caminan por los barrios de la ciudad. Otros están robando partes de autos para revenderlos a sus propietarios en reconocidos antros de la ciudad.
Así las cosas, la inseguridad en Ibagué no es una cuestión de percepción, la inseguridad en Ibagué es una realidad que necesita de mayor atención de las autoridades locales. Evidentemente, el actual esquema de seguridad en la ciudad no está funcionando y por más que se quiera afirmar otra cosa por parte de la alcaldía y de la policía, la situación es realmente crítica.
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