En varias ocasiones a lo largo de los últimos meses se ha tratado en estas líneas sobre el efecto que en los presupuestos de familias y empresas tienen los aumentos de tarifas y la disminución de descuentos en impuestos y servicios determinados para el presente año en Ibagué.
Alguna respuesta tuvieron los reclamos ciudadanos en las tarifas de gas domiciliario, mas nada se hizo con relación a la disminución de las rebajas por pronto pago en las facturas del impuesto predial.
Sin embargo, lo que ha producido mayor controversia es el incremento sufrido en las tarifas del Impuesto de Industria y Comercio, que para el sector de venta de vehículos nuevos pasó del 3.5 por mil al 10 por mil, es decir un incremento del 300 por ciento.
El gobierno municipal aduce que las modificaciones en Predial e Industria y Comercio apuntan a obtener los recursos necesarios para la celebración de los XX Juegos Nacionales y adiciona que su propuesta al Concejo era menos agresiva (al 7 por mil en Industria y Comercio); los concejales, a su vez, señalan que el Alcalde Rodríguez no objetó el Acuerdo aprobado por el Concejo y lo firmó dándole su aquiescencia.
Se ignora cuáles fueron los argumentos esgrimidos al interior de la Comisión de Presupuesto para determinar tan severas modificaciones, pero sectores de los comerciantes indican que la principal tesis sustentada en el Concejo fue la que indicaba que quienes debían sustentar la parte del león del presupuesto para los Juegos debían ser “los ricos”.
Argumentos vienen y van y comisiones de los concesionarios se han reunido con el Alcalde y los concejales para mostrar, cifras en mano, que el margen de comercialización de los vehículos nuevos es muy estrecho y que un aumento del 300 por ciento en el impuesto tendría un efecto demoledor en las utilidades de los distribuidores.
Alcalde y concejales han manifestado que jurídicamente es imposible modificar nada de lo establecido para la presente vigencia y que, tal vez, podría reconsiderarse en el Estatuto Tributario para el 2015.
Entre tanto, se han hecho públicas manifestaciones que preocupan sobremanera y que deben ser de conocimiento de la ciudadanía: Coltolima que es líder en ventas, con 50 por ciento del mercado, ha iniciado un proyecto para trasladar su sede a La Dorada. Derco ha archivado su proyecto para construir un mega taller para el cual ya había adquirido los terrenos en la zona del Papayo y se sabe que otros concesionarios proyectan facturar sus ventas en Neiva, Espinal, Girardot, Villavicencio y Bogotá; procedimiento complejo, pero que ya fue puesto en práctica cuando Ibagué fue beneficiada con la Ley 44 y el Acuerdo 44 por razón de la catástrofe de Armero.
Viene a la mente la fábula de la gallina de los huevos de oro con el aditamento de que aquí podrían ponerse en juego numerosos empleos, transferencia tecnológica e ingresos del municipio por impuestos presentes y futuros.
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