El camino de la segunda vuelta debe ser reflexivo, pacífico y transparente

Lo que viene, en adelante, es la fase final de un proceso de máxima importancia para el país, como es la que termina con la definición del nombre de la persona que dirigirá los destinos del país en los próximos cuatro años.

Finalmente, y a pesar de las dudas y denuncias que se oyeron en las semanas previas a la jornada de ayer, el país celebró una nueva elección en total tranquilidad, con la participación masiva de la ciudadanía, y con una Registraduría que, esta vez, cumplió a cabalidad con sus obligaciones y responsabilidades, ya que logró entregar en poco más de una hora el resultado de esta primera vuelta presidencial, sin que existieran, hasta la hora de cerrar esta edición, quejas o reclamos de ninguna clase y de ninguna de las campañas.

Y es precisamente gracias a la eficiencia y limpieza con que se procedió, que los candidatos participantes mostraron durante toda la jornada un comportamiento ejemplar, ajustado a las normas legales y a las normas de la ética, motivando con prudencia a sus seguidores y respetando en su integridad el resultado del preconteo, que ahora pasa a surtir la fase de escrutinio, que es el que producirá un resultado oficial y confirmará, con seguridad, los nombres de Gustavo Petro y Rodolfo Hernández como los colombianos que disputarán el próximo 19 de junio, en segunda vuelta, el derecho a ocupar la primera magistratura en Colombia.

Lo que viene, en adelante, es la fase final de un proceso de máxima importancia para el país, como es la que termina con la definición del nombre de la persona que dirigirá los destinos del país en los próximos cuatro años. 

Por esto es importante que los candidatos lleven a cabo una campaña final en la que primen las ideas sobre el populismo, el respeto sobre los improperios, las propuestas sobre las promesas y que el día de las próximas elecciones los ciudadanos salgan a depositar un voto producto de la reflexión y fundamentado en el propósito de elegir el mejor destino para Colombia.

 

El Nuevo Día

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